Cuatro heridos en un complicado segundo encierro de Cuéllar

Encierro muy complicado por el campo el vivido este lunes en Cuéllar, en el que, a pesar de los esfuerzos de la dirección de campo, únicamente tres astados han podido llegar al recorrido urbano y completar la carrera. Tras una salida de corrales limpia, los problemas con la ganadería de Arcadio Albarrán comenzaron ya al inicio del pinar, cuando uno de los astados se apartó de la manada y tomó la dirección contraria al traslado.

Aunque la dirección y los caballistas han intentado que volviera con la manada, apenas unos minutos después se ha optado por su sedación. El resto de animales han continuado el trayecto por el pinar, también provocando numerosos problemas, con los jinetes trabajando para tratar de unir una manada muy dispersa.

Este segundo encierro ha dejado al menos cuatro heridos, dos de ellos por asta de toro y otros dos con contusiones, en un recorrido «muy largo» tanto por el campo como por la villa marcado por la lluvia y la complejidad. El alcalde del municipio, Jesús García ha destacado en declaraciones a Efe que ha conllevado «mucho trabajo para los caballistas y pastores» que han guiado a las reses a lo largo de cerca de tres horas que se ha prolongado este evento.

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En el trayecto por el pinar, cuando se ha logrado reunir a las reses, se ha realizado un intento de cruzar la zona de Las Máquinas, aunque el grueso de la manada se ha dirigido hacia la parte izquierda, y no ha pasado el puente. Tan sólo un astado lo ha hecho, aunque se ha vuelto varios minutos después.

Tras varios intentos de cruzar a los astados, finalmente los caballistas han podido guiar a tres hasta el páramo, mientras que otros dos han continuado en el pinar.

Los jinetes han intentado en varias ocasiones más que los toros cruzaran, sin lograrlo, por lo que la organización ha decidido continuar el encierro con los tres astados que se encontraban en el campo. Esto ha sido ya pasadas las 10:00 horas de la mañana, cuando la previsión es que el encierro llegue a las calles de la villa de Cuéllar hacia las 9:30.

Así, con los tres astados rodeados de jinetes y bueyes, se ha llevado a cabo el traslado por el campo, que ha sido tranquilo hasta la bajada del Embudo, cuando uno de ellos ha tomado la delantera, otro se ha quedado trabado en la parte derecha y otro se ha dirigido hacia la zona izquierda, donde existen talanqueras de madera para encauzar el ganado que mucho público utiliza como resguardo, por lo que se han vivido numerosos momentos de peligro.

Los toros han entrado en el tramo urbano del encierro muy disgregados, con los mansos por delante, y alguno de ellos derrotando contra las talanqueras. Al final, el encierro ha finalizado sin más incidentes que el retraso y solo con tres toros en los toriles de la plaza de toros.