Toñete consigue el único trofeo en la primera novillada

Primera de las dos novilladas programadas en la plaza de toros de Cuéllar, que en la tarde de ayer registró un tercio de entrada. Se lidiaron seis novillos de Condesa de Sobral, de Beja, Portugal, bien presentados en conjunto y encastados, muy por encima de los novilleros y aplaudidos en el arrastre; el mejor, el lidiado en quinto lugar.

Toñete realizó un correcto saludo capotero a su primero, que después cumplió sin más en varas. Bien en banderillas Gomez Escorial, ante las dificultades que presentó el novillo. Faena de muleta sin excesiva transmisión por parte del madrileño ante un novillo que fue noble y colaborador pero con el que había que cruzarse más para trasladar emoción a los tendidos. Lo mejor, al natural en sus tandas finales. Mal con la espada, tres pinchazos y finalmente estocada fulminante con la que recibió palmas.

Con su segundo Toñete apenas pudo estirarse a la verónica. Dos fuetes puyazos recibió el novillo que no tenía gran movilidad y siempre con la cara arriba. Con la muleta faena basada fundamentalmente sobre la mano derecha, donde el navarro siempre estuvo dispuesto. Pinchazo y estocada entera en la que recibió un fuerte golpe en el tórax. Recibió una oreja.

El Adoureño estuvo ya de inicio con dudas con el capote y evidenciando una más que notable falta de oficio. El novillo fue masacrado en varas ante los pitos del público que no comprendía el motivo de tanto castigo. Mal en banderillas también su cuadrilla que pasó un trago ante un ejemplar con aspecto de toro pero que tampoco ofreció complicaciones.

Faena de muleta muy irregular, con únicamente detalles sueltos sobre la mano derecha ya que al natural ni siquiera lo intentó. Muy mal con la espada, recibió los tres avisos y el novillo fue devuelto a corrales entre palmas. Con su segundo no obtuvo lucimiento, otro astado al que se picó fuertemente en el caballo. Con la muleta el novillo se desplazaba con enorme calidad, incluso haciendo el avión. Yannis apostó, y recibió dos fuertes volteretas que dejaron helado al público. Mal con la espada nuevamente, recibió cariñosas palmas.

Darío Domínguez paró las primeras acometidas del novillo en el tercio. En varas el ejemplar recibió tres, siempre buscando la huida, evidenciando más casta que bravura. Esperpento en banderillas por parte de la cuadrilla, cambiando el presidente el tercio con tres pares, clemente con los de plata. En la faena de muleta el iscariense no se puso en ningún momento a torear; cierto es que el novillo era complicado, pero para eso están los recursos técnicos que se le presuponen a estas alturas de su carrera. Muy mal con la espada, recibió los tres avisos y el novillo a corrales con la bronca del público.

Con su segundo, un ejemplar que tenía hechuras de toro, no obtuvo apenas lucimiento. Dos varas que recibió el astado y donde se vio un emocionante tercio fruto de la casta del novillo. Con la muleta Domínguez realizó lo más destacado sobre la mano izquierda, más disposición que oficio por parte del vallisoletano. Con la espada nuevamente muy mal, teniendo que descabellar en reiteradas ocasiones. Escuchó dos avisos al límite del tercero.