El Tejo lleva trece días sin soltar agua y obliga a las primeras restricciones en El Espinar
El nivel del embalse que abastece a esta población segoviana ha bajado un metro y los expertos vaticinan «un año peor» que 2017 si en octubre o noviembre no llueve
En la retina de los espinariegos perdura la imagen de un embalse del Tejo consumido, sediento y exhausto por la falta de agua. La tierra ... agrietada al descubierto de un cielo reticente a regar con lluvia este paraje serrano de la provincia segoviana. Entonces, el Ayuntamiento encadenó bandos, a cada cual más restrictivo con el uso y el consumo del agua.
Ahora, y como reza el dicho, más vale prevenir que curar. La nueva corporación de gobierno tripartito formado por Partido Popular (PP), Ciudadanos (Cs) y Vox ha tomado su primera medida al respecto. Es, sobre todo, un toque de atención a la población, que todavía tiene reciente aquellas penurias de 2017 y principios de 2018.
El alcalde, Javier Figueredo (PP), suscribe el bando municipal, fechado el pasado miércoles 19, cuatro días después de su toma de investidura, en el que anuncia una serie de limitaciones relacionadas con el agua. El objetivo es «optimizar los recursos de agua embalsada en las presas y evitar situaciones extremas en las que no pueda garantizarse el suministro de la misma». El Tejo, que abastece a este entorno serrano del sur de la provincia, vuelve a mostrarse insuficiente.
130.000 metros cúbicos
Su capacidad de carga es muy pequeña, de unos 130.000 metros cúbicos. Así, una temporada prolongada de ausencia de precipitaciones deja al descubierto la carencia propia de una infraestructura pequeña. Y que llega a ser diminuta en épocas como la que está a la vuelta de la esquina, en la que la población de El Espinar y de sus núcleos se multiplica. A día de hoy, el nivel del embalse ha bajado un metro, confirma el guarda forestal, Cipriano Dorrego. Tiene margen para continuar el descenso; pero la previsión es que esa disminución se acelere, tanto por el aumento del consumo aparejado a un mayor censo flotante, como por una predicción meteorológica poco favorable.
Hace dos años, el embalse que abastece a El Espinar registró un mínimo histórico, al caer al 13% de su capacidad
A día de hoy, El Tejo tiene reservas para «aguantar dos meses, julio y agosto». Si la sequía aplica implacable su ley sin concesión a las borrascas y a las lluvias propias de los meses de octubre y noviembre, el guarda forestal vaticina problemas y restricciones más severas que las instauradas ahora. «La situación puede ser peor que la de hace dos años», avisa el profesional.
No en vano, en 2017 el embalse dejó de tirar agua aproximadamente por estas mismas fechas del calendario, y en el curso presente ha dejado de hacerlo «hace doce días [por este lunes]».
A partir de los veinte metros
Dorrego desgrana la amenaza. El embalse tiene unos treinta metros de profundidad; pero los últimos «son inservibles». A día de hoy, ha disminuido su nivel y metro de orla. Lo peligroso para el abastecimiento es cuando el descenso es de unos veinte metros. No hay que fiarse, insiste el guarda forestal, en que pueda parecer que aún se disfruta de margen amplio porque «es muy pequeño y se vacía con rapidez».
Cuando las reservas hídricas del Tejo bajan a esos niveles de riesgo, se recurre al agua de otro embalse, aún con una capacidad menor, situado sobre él, que es el de Vado de las Cabras. La otra medida a adoptar –explica el guarda forestal– consiste en la pesca eléctrica de truchas para impedir que se queden sin su medio de vida y mueran.
Ante el panorama actual, y sobre todo el que se puede avecinar por la escasez de precipitaciones, el nuevo alcalde de El Espinar ha optado por anticiparse a los males y por apelar a la conciencia vecinal y a la prevención. De momento, la situación no es de alarma, transmiten en el nuevo equipo de gobierno.
Prohibiciones
Una de las medidas incluidas en el bando emitido hace seis días establece que «hasta el 30 de septiembre queda prohibido el riego de jardines públicos y privados entre las ocho de la mañana y las diez de la noche». Asimismo, el Ayuntamiento espinariego prohíbe el baldeo o el riego mediante la utilización de mangueras de calles, plazas y patios interiores, tanto públicos como privados. Una tercera actuación está dirigida a llamar la atención de los ciudadanos sobre la necesidad de racionalizar el uso del agua.
Aunque la situación aún no es de alarma, el nivel del pantano ha bajado un metro y la tendencia es que el descenso se agudice en las vacaciones
En este sentido, el Consistorio solicita a los vecinos y consumidores del agua pública que «eviten todo exceso de consumo de agua potable en los usos domésticos e industriales». La Policía Local velará para que se cumpla el bando. El aviso del alcalde concluye con el augurio de que «el recurso, en el periodo estival, puede llegar a ser escaso», por lo que insiste en pedir la solidaridad vecinal.
La presa de El Tejo data de 1975. El volumen de embalse es de 1,22 hectómetros cúbicos, siendo su aportación media de 8 hectómetros al año. Su única utilización es el abastecimiento a la localidad de El Espinar, especifica la Confederación Hidrográfica del Duero. Hace dos años, la sequía prolongada dejó el embalse al 13%, un mínimo histórico.
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