Segovia tiene la peor calidad del aire de Castilla y León
Los habitantes de la comarca más próxima al suroeste de la sierra estuvieron expuestos a la contaminación durante 74 días
La provincia de Segovia avanza en el objetivo de reducir al máximo los niveles altos de gases contaminantes que afectan a la calidad del aire. ... Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. La estación de medición ubicada en la ciudad, que extrapola sus resultados a la zona suroeste de la sierra, es la que ha notificado unos peores registros en Castilla y León. Un informe realizado por Ecologistas en Acción confirma que se han reducido las superaciones del valor objetivo legal para la protección de la salud respecto al periodo previo a la pandemia, pero aún así se han superado los umbrales recomendados durante 74 días a lo largo de 2024.
«La práctica totalidad de la población española viene respirando aire contaminado en los últimos años». Así lo confirma el estudio elaborado por la asociación ecologista que analiza los resultados más recientes de numerosas estaciones de control distribuidas por todo el territorio. En Segovia, tan solo hay un aforo medidor situado en la calle de Las Nieves, en el barrio de San Lorenzo de la capital. Es una ubicación que no ha estado exenta de polémica, ya que se considera que es inadecuada al localizarse en el fondo urbano y no en los puntos más conflictivos en relación al tráfico.
Esta situación no ha impedido comprobar que los segovianos respiran aire contaminado por un periodo más prolongado que otros puntos de la comunidad autónoma. Es una advertencia que la organización ya ha lanzado en repetidas ocasiones en los últimos años, por eso se sorprende de la superación de límites recomendados para la salud sea un hecho frecuente en el suroeste provincial.
La guía de OMS rebaja a 25 los días máximos en los que se pueden superar unos valores desfavorables en la calidad del aire
La comparativa de los datos obtenidos por la estación segoviana con los de las que se reparten por el entorno más inmediato permite conocer que tan solo hay un lugar donde la calidad del aire es peor que en la ciudad. Se trata de San Martín de Valdeiglesias, que está en la Comunidad de Madrid y vive 87 días con persistencia de sustancias contaminantes. Segovia, con 74 jornadas, ostenta un año más los peores registros de contaminación en el conjunto regional, seguida de Medina del Campo, con 71.
La guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) rebaja a 25 la cantidad de días máximos en los que se pueden superar unos valores desfavorables en la calidad del aire. Son la referencia anual recogida por la normativa, por lo que Segovia se encuentra muy lejos de cumplir estos objetivos legales, al triplicar el número de jornadas establecidas que garantizan la protección de la salud de los residentes.
Amenaza persistente
Un aspecto relevante es que durante 2024 no se excedieron los umbrales de información y alerta a la población -lo que sucede por ejemplo por la intromisión de polvo africano-, ni siquiera durante las olas de calor de julio y agosto. Aun así, las sustancias contaminantes, como son las partículas sólidas finas (PM2,5 y PM10), que pueden penetrar en el sistema respiratorio y poner en peligro la vida de las personas; el ozono troposférico (O3), un gas presente en la atmósfera que aumenta durante el verano y alcanza su nivel máximo pro la noche; y el dióxido de nitrógeno (NO2), producto de la utilización de combustibles fósiles en transporte o industria, se constituyen como una amenaza persistente para la población.
Tal y como refleja el informe de Ecologistas en Acción, Castilla y León puede dividirse en tres áreas que lamentan «una importante contaminación» del aire por agentes externos diferentes. La primera de ellas se localiza al norte, en el entorno de las centrales térmicas de León y Palencia; la segunda, en el centro, en un área coincidente con el tráfico metropolitano de Valladolid; y la última hace referencia al sur, especialmente en las zonas de sierra, donde se encuentra Segovia.
La contaminación emitida desde Madrid y el área industrial de Oporto «se extiende en la forma de ozono, afectando a lugares muy alejados de estos focos», subraya la entidad ecologista. Es por ello que este gas tóxico se erige como el principal obstáculo que tiene la provincia segoviana a la hora de mejorar sus índices de calidad del aire. Las masas de viento dispersa el ozono, que «mantiene niveles elevados en el piedemonte», subraya el estudio.
Esto se une a las emisiones de metano, según especifican, que se reparten «entre las procedentes de la fermentación de los rumiantes y las producidas por la gestión de los estiércoles como abono agrícola, sobre todo de los purines porcinos». «Es una fuente que puede tener una influencia localmente importante en las comarcas con alta concentración de granjas, como es la provincia de Segovia», matiza Ecologistas en Acción. No obstante, reconoce que su impacto ha sido «poco estudiado».
El punto de medición colocado en la calle de Las Nieves certifica que se ha superado el nuevo límite legal definido sobre los valores diarios máximos a alcanzar al menos en dióxido de nitrógeno, así como en partículas finas y, sobre todo, el ozono. Estas dos últimas sustancias están detrás de la mayoría de muertes totales atribuidas a la contaminación atmosférica en Segovia, que se calculan en casi un 3% de las defunciones anuales.
Ecologistas en Acción critica la delimitación «mínima» de la zona de bajas emisiones
La organización Ecologistas en Acción defiende la limitación del acceso de los coches al centro las ciudades por medio de la declaración de estas áreas como zonas de bajas emisiones (ZBE), donde solo se permite el paso de residentes. «Son medidas que están dando resultados» en lo que se refiere a la mejora de la calidad del aire, subraya en su último informe que aborda los problemas de contaminación. Sin embargo, la entidad ecologista critica que en algunas ciudades la delimitación de estas ZBE ha sido «mínima».
En el caso de Segovia, considera que se trata de una área coincidente con un «casco histórico previamente peatonalizado o sin tráfico» y lamenta que se haya demorado la puesta en marcha de restricciones a vehículos contaminantes, contemplando además «excepciones muy amplias que impedirán cumplir cualquier objetivo del aire». También hace referencia a la resolución judicial que anula la implementación de la zona de bajas emisiones, la cual considera que se basa en «vicios formales» que en la práctica «hacen prevalecer un supuesto derecho a desplazarse en vehículo de motor privado sobre la salud pública y calidad ambiental».
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