«Si al sector turístico le va mal, nos afecta a todos»

La preocupación por contar con todas las comodidades en casa se ha hecho más patente durante estos meses de encierro. «Muchas personas se han dado cuenta de que tenían el sofá más viejo de lo que creían, que la habituación de los niños ya no era funcional o que era buen momento para cambiar el colchón. Después de dos meses confinados se valora más la comodidad en casa, por lo que la vuelta a trabajo ha sido muy intensa», admite Inmaculada Hernando, una de las propietarias de la tienda de muebles familiar Thermobel. A pesar de que sus ventas se han incrementado un 30% con respecto a las mismas fechas de años anteriores, prefiere no confiarse porque Segovia es una ciudad que depende en gran medida del turismo, «y si a este sector le va mal, nos afecta a todos». Asimismo, confiesa que su principal preocupación ahora son los rebrotes y los perjuicios que conllevaría tener que echar el cierre de nuevo.

En su negocio son especialmente exigentes con las medidas de higiene porque cuentan con productos que la gente prueba antes de comprar. No obstante, asegura que «en general, los clientes son muy respetuosos, llevan la mascarilla en todo momento, se desinfectan manos y suelas de zapatos a la entrada y no prueban sin antes preguntar para que les pongamos una especie de sábana protectora».