«Sabes que tienes 30.000 vecinos y hay que reforzar servicios»
Los alcaldes subrayan las dificultadese que hay en verano para atender a más población de la que pueden
Las calles de El Espinar aún no han recuperado la normalidad anterior al verano. La población de segunda residencia suele esperar a que pasen las ... fiestas para regresar a sus lugares de origen, especialmente Madrid. «Después, solo quedaremos los empadronados, los 10.000 habituales», apunta el alcalde, Javier Figueredo, que está «muy contento» por cómo han discurrido los meses estivales: «El verano ha ido muy bien. Sabes que tienes 30.000 habitantes y no te queda otra que doblar servicios», señala Figueredo. La sequía se ha notado, pero El Tejo, de momento, da de sí: «Más o menos vamos bien; justos, pero bien. No ha habido que restringir nada. También hemos capeado la situación a la hora de recoger basuras y enseres, aunque para ello ha sido necesario contar con más efectivos», explica. La animación, por otra parte, ha sido continua. «Se han organizado muchas actividades y la gente ha participado masivamente. Todo ha salido bien».
«El verano ha sido realmente bueno, tanto en La Granja como en Valsaín. Han venido muchos turistas y los residentes estivales habituales, que ya son multitud. El municipio tiene una actividad cultural y deportiva muy intensa y la gente ha respondido muy bien. Las fiestas patronales de San Luis han sido excepcionales», dice el alcalde del Real Sitio. El alcalde, Samuel Alonso, celebra la llegada de población, lo considera algo muy positivo, pero considera justo que el municipio obtenga unos ingresos conformes a los vecinos que atiende. De lo contrario, la presión que soporta el Ayuntamiento se hará cada vez más cuesta arriba. «Es momento de empezar a plantearlo, ponerlo al menos sobre la mesa de la Federación Regional de Municipios y Provincias. Lo mejor es acometerlo de abajo a arriba, porque de arriba a abajo nunca va a suceder. Somos los municipios los que tenemos que dar el paso y luchar por una alternativa».
Riaza ha vivido un verano atípico porque ha hecho más calor de lo debido. También ha sufrido dos incendios. Y, como siempre, la población se ha quintuplicado. «Ha venido mucha gente, aunque de manera más escalonada que el año pasado, que lo hizo más de golpe, quizá por efecto de la pandemia», explica su alcalde, Benjamín Cerezo. El municipio recobrará la normalidad en cuanto pasen las fiestas patronales. «Todavía quedan fines de semana de mucha gente», añade. «La demanda se ha notado como siempre, pero en picos, no ha sido constante. La segunda quincena de agosto ha sido la más intensa ¿Agua? Gracias a la presa vamos bien. Nos preocupan, eso sí, los pueblos».
Sepúlveda y sus núcleos de población también han quintuplicado vecinos este año, sobre todo en agosto. «Si en una pedanía hay 9 o 10 vecinos censados, en verano llegan a vivir 200. Esto se nota mucho y lo afrontamos como buenamente podemos, sin muchos recursos, porque este año no ha habido ayudas a la contratación», se queja el alcalde sepulvedano, Ramón López. Los servicios están adaptados a la población empadronada y hay vecinos estivales que no suelen llevarlo bien. «No se dan cuenta de dónde están... Pero estamos acostumbrados», apunta el regidor, que a mediados de agosto tuvo que dictar un bando para recomendar la moderación del consumo de agua. «Las reservas menguan y nos preocupa».
En Navafría hay 320 vecinos censados que en verano se multiplican por tres, «por lo menos». Navafría ha vivido un mal verano. El incendio forestal de mediados de julio lo ha empañado todo. «El aumento de población multiplica las necesidades y el esfuerzo que el Ayuntamiento debe hacer para satisfacerlas. Con los recursos para 300 personas tenemos que atender a casi mil. El consumo de agua, la recogida de basuras... No tiene nada que ver con los meses de otoño o invierno. Reforzamos servicios como podemos. Las ayudas de la Diputación nos vienen muy bien, pero tienes los operarios que tienes», dice la alcaldesa, Jennifer Berzal.
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