La restauración de la iglesia de la Cuesta entra en su recta final

Entre los remates que faltan se encuentra la pintura interior y la instalación de la estructura de madera interior del atrio y parte de la carpintería, en concreto las puertas exteriores de acceso al templo. También falta aún situar un vidrio que comunicará visualmente el espacio interior del atrio, lo que es la capilla, de lo que es exterior. En esta zona se están instalando unas rejas.

El objetivo de la intervención, que comenzó en el último trimestre del año pasado, es el de recuperar las condiciones de estanqueidad y de la lectura completa del edificio que ha llegado hasta nuestros días, poniendo en valor la galería que abre al norte y la totalidad del espacio interior de la nave.

Los trabajos de restauración que en la actualidad están concluyendo, parten de un conjunto de estudios previos realizados por profesionales de varias disciplinas, arquitectos, historiadores, arqueólogos e ingenieros, que centraron sus metodologías científicas en llegar a un buen conocimiento de la iglesia en su trayectoria y estado actual.

De este modo, las obras se han afrontado desde la documentación obtenida y bajo unos criterios de reintegración que han tratado de restablecer los amplios valores socioculturales que la iglesia de Santa María de la Cuesta conserva. Durante los últimos meses las obras se han centrado en varios puntos del pleno, aunque tal vez lo más visible es la ejecución de la demolición de las estructuras añadidas en el interior de la galería norte, como la vivienda en la planta baja y el taller en la primera. En esa zona también se liberaron de tapiados las arquerías y se picaron los enfoscados. Con ello se consiguió sacar a la luz la arquería mudéjar existente, procediéndose también a la restauración minuciosa de los cuatro arcos de la fachada norte y uno de la fachada oeste, que se encontraban muy deteriorados por las diferentes intervenciones que a lo largo de la historia se han ido sucediendo. La liberación de tapiados de la arquería ha permitido recuperar la imagen exterior del templo, muy distorsionada hasta el momento.

Por otra parte, se ha levantado la cubierta y realizado la impermeabilización y una nueva cobertura con teja. Esto no ha ocurrido en la torre, que fue restaurada en el año 2001. Además, en el cuerpo sur del templo se ha reparado la estructura de la cubierta, lo que incluye la sacristía y los restos del claustro, lo que se utilizaba como almacén. Durante las obras se han restaurado antepechos y otros elementos históricos de piedra que han aparecido, así como las hiladas de ladrillo de la fachada norte, se han revocado paramentos exteriores en todo el atrio y en los interiores de la zona porticada y se han restaurado las yeserías que forman parte de la decoración barroca de la capilla gótica. La actuación cuenta con un presupuesto de 450.525 euros.