'Ravioli' comienza a convertirse en imagen en San Gil

La ilustradora Izaskun Sánchez se encuentra desde ayer trabajando en las paredes del colegio San Gil de Cuéllar, donde realiza un mural basado en los dibujos que los alumnos realizaron tras la visita del poeta segoviano David Hernández Sevillano. Ambas iniciativas, tanto la charla con el escritor como la realización del dibujo, se encuentran dentro de la iniciativa 'Dibujando la palabra'.

El laboratorio de artes del colegio, acondicionado como extensión de la biblioteca del centro y espacio interdisciplinar en el que se realizan actuaciones y animaciones a la lectura, fue el escenario del encuentro con el escritor, y su zona exterior, las paredes que hay junto a su puerta, son ahora el lienzo en el que está trabajando Sánchez, inspirándose en el cuento 'Ravioli' del poeta segoviano

A través de 'Dibujando la palabra', en cada provincia se escoge un colegio al que acude un escritor con el que los alumnos charlan. Después, eligen un libro sobre el que trabajan y realizan una ilustración. Con esos dibujos como base, Sánchez se encarga de realizar un diseño, conociendo también el espacio donde lo quieren realizar. Para ello, según apuntó, también se lee el libro, que en esta ocasión a los pequeños «les ha encantado, era muy acorde para niños y han estado súper involucrados, han hecho dibujos muy bonitos».

En esta ocasión ha recibido en torno a 70 dibujos, una base importante a través de la cual ella ha creado a los personajes principales, Ravioli y una niña con su muñeca rota, pero también los espacios más destacados, como un castillo o una luna de queso.

Además, en el mural, se incluye algo de texto, como el inicio del cuento «y algún párrafo más, que tiene sentido con lo que se ilustra». Tampoco falta el título del cuento y el autor, todo ello integrado en un espacio interior, que va ganando luminosidad según avanza la mañana, tal y como destacó la ilustradora, que en otros centros educativos ha trabajado en exteriores.

De esta forma, la literatura va dando color a las paredes del colegio San Gil, de manera participativa, a la vez que se fomenta el hábito lector de los alumnos del centro y su capacidad de comprensión de otros formatos y tipologías de textos con soporte visual.

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