Piedra de Sepúlveda soportará la memoria histórica de Barcelona
La típica caliza rosada es una de las elegidas para levantar un monumento en recuerdo de las mujeres presas en Les Corts
«Al igual que se arrebataron vidas en la Guerra Civil y se extrajeron a personas de sus familias», la Plataforma Futuro Monumento Cárcel de ... Mujeres de Les Corts, en Barcelona, ha decidido extraer roca de canteras muy seleccionadas por su simbolismo con la finalidad de construir y levantar este proyecto, el cual recordará y homenajeará a todas las mujeres que fueron reas en aquella prisión catalana, de la que a día de hoy «no queda ni un solo vestigio», explica Nuria Ricart, profesora de Bellas Artes y doctora en espacio público y regeneración urbana por la Universidad de Barcelona. Una de las seis clases de piedra que se usarán es la caliza rosada de Sepúlveda.
Hace unas semanas, responsables de la iniciativa estuvieron en la villa segoviana comprobando 'in situ' esos bloques que se usarán en el monumento que se erigirá donde antes estuvo la cárcel de Les Corts. «La piedra es una excusa para encontrarse con otras asociaciones de la península» que también luchan por la memoria histórica en sus respectivos sitios, subraya Ricart.
La portavoz del proyecto concluye que la construcción de monumento no deja de saldar una deuda más. Con este conjunto conmemorativo culmina una larga reivindicación de la sociedad civil. La profesora detalla que Les Corts fue, durante la etapa que va de 1939 a 1955, «un espacio de represión y encarcelamiento de mujeres». Muchas de esas presas lo fueron por motivos políticos.
La idea de recuperar el espacio urbano para instalar el monumento se empezó a fraguar en 2013 en el seno de la propia Universidad de Barcelona. «Se trataba de explicar lo que pasó allí», apostilla Ricart. La iniciativa pasó a la sociedad civil, que se movilizó a favor de esa regeneración urbana de Les Corts, y en 2018 el Ayuntamiento de la Ciudad Condal «abre un concurso público» que acabó ganando la plataforma. «Pretendemos recordar que en esta cárcel hubo mujeres de toda España y enseñar cómo fue aquel primer franquismo y la postguerra», expone Nuria Ricart al desentrañar el simbolismo de las piedras procedentes de diferentes lugares muy concretos, como Bustar Viejo o la propia Sepúlveda.
En el caso de la villa segoviana late la memoria histórica que evoca a las trece rosas fusiladas poco después de acabar la Guerra Civil. Además, cuando las impulsoras de la idea se entrevistaron con una antigua presa política que pasó quince años entre los muros de la antigua cárcel de Segovia, hoy reconvertida el centro de creación e innovación cultural, les aseguró que «la piedra tiene que ser rosa».
Nuria Ricart apunta que la intención es que el mes que viene pueda inaugurarse el monumento. En cuanto a su construcción, avanza que las rocas «no se han labrado ni moldeado». De esta forma «un trozo de Segovia habitará en la memoria histórica de Barcelona».
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