La oposición municipal rechaza que se prorrogue la privatización de la piscina de Cuéllar

La polémica en torno a las piscinas municipales de Cuéllar sigue coleando. El estado de las instalaciones e incidentes como el ocurrido el pasado 10 de julio, cuando los usuarios que acudieron se encontraron ante la imposibilidad de darse un baño en el vaso principal, que estaba vacío por un cambio en los caudalímetros de control de renovación del agua filtrada, que se había detectado que no funcionaban correctamente, suscitaron numerosas quejas. Ayer, el grupo municipal socialista mostró ayer su «rotundo rechazo» a que se prorrogue el contrato del servicio de piscinas a la empresa concesionaria durante un año más, tal y como ha anunciado el concejal de Deportes, Luis Senovilla. La decisión está motivada por la cercanía de las elecciones.

Según el portavoz socialista, Carlos Fraile, las instalaciones no deberían estar privatizadas, «tienen que ser un servicio gestionado directamente por el Ayuntamiento». Para reforzar este argumento, Fraile recordó las más de 1.500 firmas que se recogieron en su momento para reclamar una mejora en las instalaciones.

Por ello, los socialistas piden al equipo de gobierno del Partido Popular que reconsidere su postura de prorrogar el contrato a la concesionaria actual y asuma la gestión de forma directa, «con un equipo de trabajadores que gestione las instalaciones y las mantenga en estado óptimo para el disfrute de los cuellaranos». Fraile apuntó que el equipo de gobierno «cuenta con tres concejales liberados» y los servicios públicos «en su mayoría están privatizados». Por ello piden también que el Partido Popular «justifique ante los vecinos la decisión de seguir con la piscina privatizada, y el motivo por el cual el Ayuntamiento no puede gestionar las instalaciones directamente».

Pese a las críticas, los ediles socialistas valoran de forma positiva que el concejal de Deportes, «aunque tarde», haya reconocido que la imprimación de resina en el fondo del vaso de la piscina de verano, que se realizó el pasado mes de julio, «no fue la adecuada». Fraile considera que «se ha dado la razón tanto a los usuarios como a los grupos políticos», que en verano advirtieron de forma retiterada de que las instalaciones no se encontraban en condiciones.

Por eso, los socialistas reclaman que se depuren responsabilidades «para saber el motivo de la rotura de las baldosas de la piscina» y que, además, «la opinión pública conozca el coste de los trabajos de imprimación de la resina y los que se vayan a acometer en un futuro», ya que «todos ellos son consecuencia de los desperfectos ocasionados en la piscina», señaló el portavoz del grupo mayoritario de la oposición.

Carlos Fraile también solicitó que, con independencia de la cita electoral de mayo, «las piscinas estén en óptimas condiciones en el mes de junio», por lo que pidió compromiso e implicación al equipo de gobierno «para que el próximo verano las piscinas no vuelvan a ser noticia por su mal estado en Cuéllar».