Las obras en el Alcázar de Segovia se topan con los cimientos de la catedral de Santa María
El patronato espera que en febrero esté terminada y abierta al público la zona sur de la plaza Reina Victoria Eugenia
Las obras de reurbanización de la plaza Reina Victoria Eugenia apuntan ya al próximo verano como posible fecha de finalización. Aunque se pensó que ... estarían terminadas para la Cabalgata de Reyes y después se pospuso su conclusión hasta Semana Santa, el Patronato del Alcázar considera que los trabajos se demorarán finalmente hasta los meses estivales. Las mejoras en seguridad que se incorporaron al proyecto original (ampliación de la red de protección contra incendios, adecuación de la escalera entre la plazuela y el postigo del obispo como vía de evacuación o mejora del sistema de telecomunicaciones y vigilancia de seguridad del recinto) son el principal motivo del retraso de las obras, pero no el único.
La meteorología adversa ha condicionado el desarrollo de las labores de restauración de las deterioradas fachadas de la Casa de la Química. Al emplearse materiales tradicionales como mortero de cal, no pueden ser aplicados ni en días lluviosos ni cuando las temperaturas mínimas sean inferiores a los cinco grados. Por ello, cuando pase el invierno se continuará con la zona que queda pendiente, la parte central de la fachada delantera donde se encuentra la monumental portada neoclásica de piedra caliza. Aunque será necesaria la colocación de un pequeño andamio, la intervención no provocará el cierre al público de las dependencias.
El Patronato del Alcázar también espera que en febrero se puede realizar el cambio de fase que estaba previsto en las obras durante el otoño. A partir de entonces los visitantes utilizarán la parte ya renovada de la plazuela, en el costado sur, mientras los trabajos se centrarán en la parte norte. Se prevé que la ejecución de la segunda fase sea más sencilla, puesto que por ella apenas discurren redes de suministro y telecomunicaciones que son abundantes en la parte sur y que ha habido que renovar y tratar con cuidado al ser elementos clave para el funcionamiento del Alcázar y del Archivo General Militar.
Así, y aunque se espera que a medida que vayan concluyendo los trabajos se vayan abriendo más zonas al público, el Patronato del Alcázar es consciente de que se trabaja en un entorno muy sensible y que el empleo de metodología arqueológica en los trabajos de movimientos de tierras puede alargar más allá del verano los plazos de ejecución.
El antiguo templo
También se están realizando dos zanjas trasversales de verificación arqueológica, una a cada lado del monumento a Daoíz y Velarde. Se trata de dos sondeos que atraviesan la plaza de sur a norte y que se topan con restos de calles, ramales del Acueducto que se dirigen hacia el Alcázar y restos de muros asociados a la antigua Catedral de Segovia. Se espera que los sondeos permitan conocer la anchura y el emplazamiento de la antigua catedral que tenía orientación este-oeste.
En los trabajos realizados en las zanjas hasta el momento –la segunda fase comenzará en febrero desde la acera norte del Alcázar hasta el entorno de la muralla norte– se han documentado, a ambos lados del monumento de Aniceto Marinas, restos de cimentaciones de diversa entidad que en algunos casos se entrecortan y en otros se superponen. Destaca entre los restos encontrados la identificación de una unidad estratigráfica consistente en una cimentación a base de sillares rectangulares de granito, caliza y arenisca que, debido a su entidad, invita a pensar en que pueda tratarse de la cimentación del muro perimetral sur de la antigua catedral.
El hallazgo supone un primer gran paso para la localización, orientación y dimensionamiento de las trazas de la antigua catedral de Santa María. El descubrimiento en la primera zanja de dos cimentaciones de carácter masivo y de gran potencia (una de las cuales reutiliza restos de una edificación anterior) que se encuentran antes los restos de la antigua catedral de la ciudad.
No obstante, hay que tener en cuenta que los trabajos de demolición y posterior nivelación en la plazuela realizados a partir del siglo XVI alteraron profundamente los restos que permanecen en el subsuelo. De hecho, la falta de continuidad en las cimentaciones halladas puede deberse a dicha circunstancia, aunque también se considera que puede ser debido a que la cabecera del antiguo templo se ubicaba bajo el lugar que actualmente ocupa el monumento a Daoíz y Velarde.
Por todo ello, esperan que durante la segunda fase de ejecución de ambas zanjas se pueda localizar el muro norte perimetral de la catedral.
Canalizaciones
Pero no solo se han encontrado restos que se considera pertenecen a la antigua catedral de Segovia. El ramal del Acueducto que conduce al desarenador hallado en el cuadrante suroeste de la plazuela, entre la Casa de la Química y el Alcázar, es el canal principal del monumento. Por su estructura y materiales se piensa que es de la época moderna y el penúltimo canal de abastecimiento de agua del Alcázar.
También se han hallado otras dos canalizaciones, una primera realizada con atanores de cerámica y cubierta con losetas de barro cocido que discurre en sentido este-oeste que desemboca en la canalización principal y una segunda de época moderna hecha de plomo cubierto por baldosas de barrio cocido.
Se confía en que una vez se efectúen todos los sondeos arqueológicos previstos, una vez terminada la obra, se pueda documentar fielmente la compleja red histórica de distribución de agua que se oculta en el subsuelo.
Palacio Episcopal
Ya en marzo se informó del hallazgo de muros del siglo XV que son de relativa importancia para el estudio del desarrollo urbanístico de esta zona de la ciudad. En principio, los restos encontrados son del palacio episcopal que construyó en esta zona el obispo Arias David a en el siglo XV y que pueden estar relacionados con los restos descubiertos en 2017 durante los trabajos de restauración de la muralla sur. Se trata de una hipótesis ya que por el momento no se ha podido establecer una secuencia física de estructuras que supusieran una correlación directa entre unos y otros.
Entre los restos hallados se han documentado cimentaciones, muros interiores, ventanas cegadas, tabiquería, pavimentos y canalizaciones, elementos que según los análisis pertenecen a un mismo edificio. Se considera además que la parte más reconocible de los restos se corresponden con al menos dos estancias diferenciadas orientadas hacia el valle del Clamores, que fueron usadas como almacén dado los grafitos interpretables como cuentas que aparecen escritas en los parámetros sobre la última capa de enlucido.
Por el momento, los trabajos de reurbanización de la plaza Reina Victoria Eugenia no se han topado con el supuesto pasadizo que existiría bajo la estatua de Daoíz y Velarde.
Desde la Edad de Hierro
Por último, los trabajos realizados en una de las zanjas también han supuesto el hallazgo de una cimentación o estructura realizada a base de 'opus cuadratum' (sistema constructivo de la Antigua Roma por el que sillares de piedra de la misma altura se establecían en hiladas paralelas regulares) a un nivel inferior al de las estructuras medievales. Sin embargo, la alternancia entre sillares de granito y de caliza –probablemente de época altoimperial reaprovechados, en época altomedieval– hacen desechar la posibilidad de que se trata de una edificación romana.
En la segunda zanja de control se halló un nivel de ocupación compuesto por un depósito de tierra negra que arroja material de la Edad del Hierro II y material romano. De confirmarse, sería la primera vez que se documenta un nivel de ocupación romano en la plazuela del Alcázar, aunque los trabajos llevados a cabo hasta la época atestiguan la ocupación de la zona desde al menos la Edad del Hierro.
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