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La reunión mantenida por el Ayuntamiento de Segovia con vecinos de Nueva Segovia para explicar el proyecto definitivo de la renaturalización de cuatro plazas del barrio no ha servido para acabar con todas las dudas y los enfados de los vecinos y comerciantes afectados ... por las reformas. El encuentro de este jueves volvió a ser tenso, con alguna que otra palabra subida de tono y la Policía Local acompañando a un vecino fuera de la sala tras una discusión con los concejales de Obras y de Barrios.
En el Consistorio segoviano consideran que los cambios introducidos en el proyecto, que permitirán reducir a 111 el número de plazas de aparcamiento que se suprimirán (en lugar de las más de 250 que se contemplaban inicialmente), han permitido bajar la presión vecinal que había contra el proyecto. Pero sigue habiendo enfados y vecinos totalmente en contra de cualquier intervención que suponga eliminar una sola plaza de aparcamiento en la zona.
El presidente de la asociación de vecinos de San Mateo, Francisco Fernández-Caro, también reconoce que en el barrio ya hay división de opiniones. Por una parte, los que consideran que la remodelación de las plazas Calderón de la Barca, Bécquer, Fernando de Rojas y Tirso de Molina supondrá un empeoramiento en la calidad de vida de los vecinos. Por otro, los que sin ser defensores a ultranza del proyecto piensan que la reforma planteada mejorará estéticamente las cuatro plazas, con una reducción de plazas de aparcamiento asumible.
El representante vecinal pone en valor los cambios introducidos por el gobierno municipal durante los últimos meses y afirma que «están poniendo facilidades» para buscar soluciones a los problemas que plantean los vecinos y comerciantes. Aunque hay diferencias que se consideran insalvables, ya que implicarían renunciar al principal objetivo de la intervención, que es reducir los metros cuadrados de asfalto para ganar zonas verdes.
Por ello, la principal queja de vecinos y comerciantes es que no se consultase en su momento la intervención a realizar. «De esto nos teníamos que haber enterado hace más de dos años. Podíamos haber dicho si nos interesaba o no esta intervención», asegura Juan Luis Olmos, del bar El Soto. En su caso, no vería mal una votación entre los vecinos del barrio aunque reconoce que a estas alturas ya no tiene sentido. «Van a dejar muy bonito el barrio, pero se lo van a cargar», sostiene.
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Fernández-Caro comparte la mayor parte de ese razonamiento y explica que cuando el anterior equipo de gobierno pidió la subvención con fondos europeos tan solo indicó que iba a reformar las cuatro plazas, pero sin concretar los detalles de esas intervenciones. En este sentido, expone que hay voces que han pedido que la reforma de la plaza de Tirso de Molina, la más compleja al ser la que cuenta con más negocios, se realice en algunas de las otras cuatro plazas de Nueva Segovia que se quedarán sin intervención.
Por último, los negocios hosteleros tampoco se muestran convencidos con la alternativa ofrecida por el Ayuntamiento de Segovia de ubicar sus terrazas en la nueva zona peatonal que se habilitará en el centro de las plazas. Ni siquiera aunque les permitan instalar ahí una barra para servir sin tener que entrar al interior de los establecimientos.
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