El Mundial de Tokio pone a prueba la constante mejora de Águeda Marqués e Idaira Prieto
La finalista en los Juegos de París buscará repetir hito y bajar por primera vez de los cuatro minutos en el 1.500, mientras Idaira es internacional por tercera vez en un año
Águeda Marqués e Idaira Prieto harán de los Mundiales de Tokio una ventana casi inédita para el atletismo segoviano, representado en las últimas décadas por ... nombres como Antonio Prieto o Javi Guerra, pero que ahora tendrá una baza doble, todo un hito para una provincia con los habitantes justos y unas modestas instalaciones. La primera defenderá su cartel de finalista en los últimos Juegos Olímpicos, en París, en una prueba como los 1.500 metros que pasa por ser una de las distancias con más nivel en el actual panorama mundial. La segunda disfrutará del premio a una mejora sideral de su marca personal en los 5.000 metros y encadenará su tercera internacionalidad absoluta en menos de un año.
Si no hay bajas de última hora, la lista del seleccionador, José Peiró, llevará a competir a Japón a más mujeres (30) que hombres (26). Entre ellas, las segovianas. El complejo sistema de selección deja en última instancia la plaza en virtud de los criterios técnicos, que evalúan la forma reciente siempre que se cumpla un mínimo requisito en cuanto a marca, ya sea la exigente mínima fijada para cada disciplina por World Athletics –la federación internacional– o la de la Real Federación Española de Atletismo, que exige unos ciertos registros para no llevar a competir a deportistas que bien podrían hacerlo a efectos de ranking.
Águeda consiguió su mínima en un meeting de la Diamond League –el principal circuito mundial– en Roma, con un registro de 4m00s57, apenas dos décimas por encima de su marca personal (4m00s31), la que consiguió en la final de los Juegos: una semana en la que acumuló tres carreras y bajó más de tres segundos su mejor tiempo hasta la fecha. Como entonces, llega con un objetivo doble: bajar de los cuatro minutos y meterse en la final. Dos metas que en ocasiones no van de la mano, pues las carreras de los grandes campeonatos pueden ser rápidas o muy tácticas. Y los billetes para la siguiente ronda se deciden por los puestos dentro de la misma serie. De ahí que ella fuera finalista tras un sprint épico en la última recta de su semifinal mientras Marta Pérez batía el récord de España en la suya, pero se quedaba fuera por no entrar entre las seis primeras. Un año después, aún tiene pendiente romper ese umbral con sus amigas del 1.500 patrio en un campeonato de España. Si ella ha mejorado, también lo han hecho la soriana y Esther Guerrero.
Águeda estrenará el programa el sábado con la primera ronda del 1.500 e Idaira correrá el jueves 18 la semifinal del 5.000
Y no solo ellas. El 1.500 femenino está en el mejor momento de su historia, como demostró la keniana Faith Kipyegon, la campeona olímpica, con su último récord del mundo: hizo 3m48s68 el pasado 5 de julio. La nómina de africanas la secunda la etíope Gudaf Tsegay, su víctima en una final a tumba abierta en París, así como una siguiente generación que pisa fuerte. Pero hay mujeres por todo el mundo que bajan con soltura de los cuatro minutos. Desde la australiana Jessica Hull –3:52.67 este año– a la británica Laura Muir o la estadounidense Nikki Hiltz: 3:55.94. La prueba del nivel es que cuando Águeda hizo su mejor marca en Roma fue sexta, superada por tres corredoras –Sarah Healy, Sara Billings y Abbey Caldwell– que lograron allí una marca persona por debajo de los cuatro minutos. Más allá de sus tiempos, la segoviana demostró la madurez para exprimirse en carreras muy distintas. Si logró meterse entre las 12 mejores en París, mejor no apostar contra ella en Tokio.
Si Águeda tiene más o menos claro su sitio en el 1.500, Idaira está descubriendo el suyo en el 5.000. En la temporada en la que ha abrazado el salto a distancias más largas, a los genes de fondista de su padre –un clásico del 5.000 y 10.000 español de los años 80–, se ha comido más de medio minuto a su marca personal para convertirse en la quinta española en bajar de los 15 minutos. Lo hizo firmando un extraordinario 14:55.15 en Oordegem (Bélgica), suficiente para la mínima RFEA y acompañar a Marta García a tierras asiáticas.
Es otra pica en su periplo para dejar atrás un panorama plagado de lesiones que cortaron su continuidad en años anteriores. Cuando ha estado sana y ha podido entrenar sin parones, su calidad se ha trasladado al crono, pues también ha mejorado este año su marca personal en 1.500, la prueba en la que centró sus esfuerzos en años anteriores. Así consiguió en noviembre su primera internacionalidad absoluta, en el Europeo de cross de Turquía, un hito que renovó en marzo con otra convocatoria, esta vez en el Europeo en pista cubierta de Apeldoorn (Holanda), donde compitió en los 3.000 metros, junto a Águeda: ambas cayeron en semis. Una cintura en cuanto a distancias que ha refrendado al proclamarse campeona de España de 10.000 metros en pista.
Es un menú prometedor para el atletismo segoviano, pero tocará adaptarse a los horarios japoneses. Águeda ha sido la primera en aterrizar en Tokio porque se vestirá de corto a las primeras de cambio para competir el sábado a las 19:50 hora local (12:50 en España) para las series de los 1.500. Si pasa ronda, se jugará el todo por el todo en las semifinales del domingo, a las 21:05 (14:05 en España) por un puesto en la final. Las que consigan el billete tendrán esta vez día de descanso para luchar por el podio el martes a las 22:05 (15:05 en España). Idaira tendrá que esperar hasta el jueves 18 para estrenar la sesión vespertina a las 19:05 (12:05 en España) con las series del 5.000 –la final es el sábado 20–, otra prueba emergente que contará con las cuatro mujeres más rápidas de la historia. Beatrice Chebet fue en julio la primera mujer en bajar de los 14 minutos (13:58.06) en una prueba que doblarán Tsegay y Kipyegon. Dos enemigas comunes para dos segovianas mundialistas.
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