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Los romeros entonan la Salve al final de la procesión en la puerta del Santuario.

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Los romeros entonan la Salve al final de la procesión en la puerta del Santuario. M. R.

Miles de romeros festejan en su Santuario a la Virgen del Henar

Cientos de fieles, sobre todo de las provincias de Segovia y Valladolid, asisten a los actos centrales de la romería popular, la misa y la procesión

Mónica Rico

Cuéllar

Domingo, 17 de septiembre 2017

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El Santuario de Nuestra Señora la Virgen del Henar abrió este domingo sus puertas para recibir a las miles de personas que acudieron hasta el lugar para festejar la solemnidad de Santa María en su fiesta grande, en la jornada de la celebración de la romería popular, la principal de un calendario festivo que comenzó el pasado 7 de septiembre con el comienzo del novenario solemne, que se ha venido desarrollando a diario con culto matutino y vespertino. Los miles de romeros procedían sobre todo de los pueblos de Segovia y de Valladolid que forman parte de la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar, de la que es patrona la Virgen del Henar.

El colofón a este novenario se puso durante la jornada del sábado, cuando tuvo lugar la solemne vigilia que se inició con una misa concelebrada, a la que siguió el Rosario de Antorchas, que un año más fue seguido por cientos de fieles que llenaron el entorno de la pradera acompañados de la luz de las velas, creando un espectáculo mágico en la oscuridad de la noche.

A su finalización, muchos de los asistentes aprovecharon la jornada para disfrutar de algunas de las tradiciones de la noche de la víspera de la romería, como comer sardinas asadas en los bares instalados en la zona de la chopera o chocolate con churros en las churrerías del mismo área, que durante las primeras horas de la mañana de ayer se llenó con más de 200 puestos.

Aunque cada vez en menor número, a lo largo de la noche y la madrugada los fieles fueron llegando hasta el Santuario, donde fueron recibidos con las puertas abiertas. Son muchos los que aún llegan andando en la fiesta de la Virgen desde distintos puntos de la comarca, especialmente de municipios de las provincias de Segovia y Valladolid, la mayoría de ellos de la Comunidad de Villa y Tierra Antigua de Cuéllar, de la que la Virgen es patrona, al igual que de los resineros. Para dar cabida a todos y a las miles de personas que fueron llegando a lo largo de la jornada, los padres Carmelitas que se encargan del Santuario del henar, ayudados por un buen grupo de voluntarios, abrieron las puertas temprano y comenzaron a primera hora de la mañana la celebración de misas y confesiones. Así, quienes se acercaron hasta el lugar pudieron participar de los actos litúrgicos desde las 8:00 horas de la mañana y hasta las 19:00 horas de la tarde, prácticamente a cada hora, con el fin de evitar aglomeraciones en el templo.

Sin duda la más seguida de todas las misas fue la de campaña, uno de los actos centrales de la jornada. Comenzó a las 12:00 horas con la pradera llena de fieles, muchos de los cuales instalaron sillas en la zona para poder participar de forma más cómoda en la liturgia, que un año más estuvo presidida por la imagen de la Virgen. Cientos de fieles participaron en esta eucaristía y varios sacerdotes se situaron en distintos puntos de la pradera para poder hacer llegar a todos ellos la Comunión.

Cánticos y poesías

A lo largo de la misma no faltaron los cánticos y las poesías en honor a la Virgen, que, en torno a las 13:00 horas, al finalizar la misa, se portaba hasta su carroza, situada frente a la puerta principal del Santuario, para dar comienzo al acto principal del día, la procesión con la talla de Nuestra Señora del Henar.

Decenas de fieles y devotos esperaron este momento en las puertas del Santuario, donde la imagen subió a la carroza, que se adornó con decenas de flores y a la que se auparon varios niños, un acto que se repitió a lo largo de toda la procesión, pues es tradición que los pequeños realicen un trayecto sobre la carroza de la Virgen, con el fin de que esta les proteja y les acoja bajo su manto.

Sobre las 13:00 horas el sonido de las dulzainas marcaba el inicio de la procesión y decenas de brazos se alzaban para comenzar a bailar las danzas típicas que acompañaron a la Virgen durante todo el recorrido, que se prolongó durante casi dos horas. Fueron decenas las personas que acompañaron a la imagen durante todo el recorrido alrededor de la pradera, mientras que cientos más lo hicieron durante algún tramo o vieron su paso por algún punto en concreto.

«¡Viva la morenita!»

Mientras tanto las dulzainas y los tambores no cesaron de tocar, mientras los fieles bailaban una tras otras las danzas tradicionales, que se realizan mirando de frente la imagen, aunque hay quienes realizan una fila doble habitual en algunas jotas. Tampoco en esta ocasión faltaron los sonidos de las tejoletas y castañuelas, que portaban algunos de los danzantes, que se acompañaban con gritos de ¡Viva la Virgen del Henar! Y ¡Viva la Morenita!, que es como popular y cariñosamente se denomina a la imagen, debido al tono tostado del rostro. Minutos antes de las tres, la Virgen llegaba de nuevo al Santuario, recibida entre jotas, aplausos y vivas. Allí la imagen fue despedida hasta el próximo año por una multitud que unió sus voces entonando la Salve popular, en uno de los momentos más emotivos del día, con las lágrimas en los ojos de muchos fieles. Al son del himno nacional, la imagen entró en andas en el templo.

También después de la procesión, la pradera se llenó de romeros que decidieron disfrutar de un agradable día de campo en familia entre los chopos de El Henar. Muchos fueron los que acudieron hasta el lugar con mesas, sillas o únicamente una manta y degustaron su comida al aire libre, en algunos casos más elaborada, aunque en la mayoría a base de tortilla y filetes.

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