Una media de 25 empresas abandonan Segovia por otras provincias cada año
El saldo en el registro mercantil de sociedades que van y vienen tan solo ha obtenido resultados positivos un año en la última década
La capacidad que tiene Segovia a la hora de atraer y retener empresas ha fluctuado con el paso del tiempo. La provincia es el territorio ... elegido por decenas de sociedades mercantiles interesadas en continuar su actividad económica en otro punto del país, una decisión que responde a diversos motivos. Sin embargo, por el momento son muchas más las que eligen irse que las que prefieren iniciar un nuevo proyecto en alguno de los 209 municipios segovianos. En concreto, más de 120 negocios que estaban instalados en la provincia han abandonado su sede inicial para trasladarla a otras regiones en los últimos cinco años.
El intercambio de empresas entre territorios ha sido un movimiento habitual desde siempre. A día de hoy, Segovia cuenta con más de 10.400 sociedades activas, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es un umbral que guarda las distancias con el registrado hace dos décadas, cuando se superaban las 11.600. Esto supone una disminución de casi un 12%.
Este descenso en las cifras se debe a la evolución de la coyuntura económica, los hábitos comerciales y, en gran medida, a la mudanza de muchos negocios segovianos que apuestan por otros lugares para continuar con sus proyectos empresariales. Hasta 25 sociedades mercantiles optan por abandonar la provincia de media al año. A partir de la pandemia descendieron los traslados de sede social, que es el lugar que centraliza la actividad de la compañía y suele coincidir con el domicilio fiscal. Pese a ello, las mudanzas volvieron a repuntar a lo largo de 2024.
Segovia sale perdiendo en la ecuación que permite averiguar las empresas que se van y las que vienen. Es un hecho que se puede extrapolar a la práctica mayoría de los territorios de Castilla y León, con salvedad únicamente de Burgos y Soria, que ganan en la clasificación, según la estadística manejada por el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Es un análisis que arroja un balance negativo para los municipios segovianos, ya que fueron 126 las sociedades que movieron su sede a otros puntos de España en el periodo que va desde 2020 a 2024. Al contrario, tan solo 98 negocios visitaron las oficinas de Registro para instalarse en la provincia.
En números rojos
La primera consecuencia de este hecho es que el parque empresarial segoviano se queda en número rojos. Si se atiende al saldo final, la pérdida en el último lustro por cambios de domicilio social asciende a 28 compañías, lo que se traduce en algo más de cinco cada año. Los motivos que llevan a los responsables de las compañías a optar por esta medida son variados. Es una decisión que acarrea diversas implicaciones y trámites, pues modifica el escenario de gestión administrativa y de dirección de los negocios.
No obstante, esto no evita que la plantilla de empleados pueda mantener su ubicación inicial. Aun así, la principal afección que acarrea un traslado está relacionada con la menor o mayor carga impositiva. Es decir, el pago de tributos, ya sean locales o autonómicos, como es el de actividades económicas o el de transmisiones patrimoniales.
En este sentido, Segovia contabilizó su máximo de bajas de la última década en 2020, cuando se marcharon un total de 36 compañías de la provincia hacia otros puntos del país. También en ese mismo periodo batió las marcas existentes de empresas recibidas, al alcanzar las 25. La diferencia se recortó significativamente en los años inmediatamente posteriores, hasta conseguir un saldo positivo en 2023, ya que dio la bienvenida a 21 negocios frente a los 13 de los que tuvo que despedirse.
Este resultado figura como una excepción a la regla del conjunto de la comunidad autónoma, pues la tendencia que comparten de forma general las provincias castellano y leonesas es la de apuntar más ceses que inicios de la actividad empresarial. Por ejemplo, León y Valladolid son los territorios que más perdieron (también son los que más compañías contabilizan) en un lustro, con 260 y hasta 344 respectivamente. Tanto Segovia como Palencia o Zamora se colocaron en el promedio de un ranking regional que estuvo liderado por Burgos (llegaron siete negocios más de los que se fueron) y sobre todo Soria (con 37 más) al anotar un saldo positivo, de acuerdo con los datos manejados por los Registradores de España.
El mes más aciago para la provincia es marzo, pues concentra dos de cada diez salidas de empresas que se han producido desde 2020. También es el que contabiliza más consultas de sociedades interesadas en continuar su actividad en la provincia y está seguido muy de cerca por enero y noviembre. Son los periodos preferidos para llevar a cabo las correspondientes mudanzas, que tienen fundamentalmente Madrid como destino y origen.
Intercambios con Madrid
La relación con la comunidad autónoma vecina es estrecha. La cercanía y los continuos intercambios de trabajadores ayudan a mantener el contacto y conocer iniciativas por las que muchas empresas deciden apostar. De ese modo, son 87 las compañías censadas en Segovia que pusieron en marcha los mecanismos necesarios para irse a Madrid, sobre todo a raíz de la pandemia, cuando la incertidumbre aún estaba en ciernes.
La crisis económica que se ha sucedido a lo largo del último periodo sumada a las perspectivas de desarrollo en la provincia también han servido de aliciente para 73 sociedades madrileñas que eligieron dar un giro de 180 grados a sus planes estratégicos y seguir con su actividad en una urbe mucho más pequeña, como es Segovia capital, o incluso en el entorno rural.
Los movimientos dentro de Castilla y León han sido numerosos. Por ejemplo, seis negocios de Segovia se han marchado a Valladolid en el último lustro, mientras que cuatro han hecho lo propio con Burgos y tres, con Ávila. Otros destinos preferidos de las direcciones empresariales de las compañías segovianas han sido Sevilla, Álava, Barcelona, Málaga, Salamanca o Teruel, pues son provincias que han recibido entre dos y tres sociedades. El ranking lo completan otros 13 territorios nacionales diferentes, sin importar su localización geográfica ni su situación económica ni su perspectiva de desarrollo.
En lo que respecta a las llegadas a la provincia segoviana, destacan los proyectos empresariales procedentes de Barcelona, al protagonizar tres altas. Cabe recordar que en los meses posteriores al 'procés' catalán muchas compañías hicieron modificaciones en su domicilio social para inscribirse en otras partes de España. No sorprende que Segovia, debido a su ubicación estratégica en el centro peninsular, fuese uno de los destinos escogidos por múltiples organismos.
Ampliar el censo
Otras de las nuevas filiaciones observadas son las de sociedades que desarrollaban su actividad previa en Vizcaya, Islas Baleares, Salamanca o Valladolid. La suma de todas ellas ha logrado añadir hasta doce nuevas empresas al tejido productivo provincial. Asimismo, Burgos aportó dos, a la vez que Alicante, Ávila, Granada, Guadalajara, Jaén, Navarra, Soria o Toledo contribuyeron con un traslado hacia Segovia cada una.
La estadística publicada por los Registradores de España no hace distinciones según el sector de actividad de las empresas en cuestión, pero sí detalla el capital suscrito en la mudanza, que es el montante que los accionistas se han comprometido a desembolsar para ejecutar esta operación. Es un parámetro que permite conocer que las empresas que se fueron de la provincia se llevaron consigo algo más de 54 millones de euros, entre tanto que las nuevas llegadas -aunque minoritarias- se acercaron a este umbral al anotar cerca de 51 millones.
Tan solo la instalación de una compañía en la provincia contemplaba un capital suscrito superior a los diez millones de euros. El recuento indica que las cuentas de otras nueve superaban las seis cifras. Mientras, entre aquellas sociedades que se fueron al modificar su domicilio social sobresale una de ellas al notificar 17,6 millones de euros de capital suscrito, aunque algo más de la mitad de las empresas que se marcharon no llegaban a rebasar los 3.000 euros. Esto supone que el capital promedio de los negocios que se van es de 446.000 euros, mientras que el montante relativo a los que se quedan sobrepasa con creces el medio millón de euros.
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