Las Marzas de La Esteva y la Ronda Segoviana llenan de alegría la calle
Tradición ·
El objetivo es que la costumbre, prácticamente extinguida, siga formando parte del rico patrimonio cultural segovianoCon la llegada del mes de marzo, primero del calendario romano, los mozos solteros recorrían, una a una, todas las casas de los vecinos, al atardecer. Solían detenerse allí donde vivían mozas casaderas y pedían el aguinaldo a cambio de los cantos que entonaban. Eran las llamadas Rondas de Marzo.
Los 'marzantes' recibían de las familias de ellas el 'dao' en especies o dinero, donativo que después destinaban a las «sobremarzas», un almuerzo festivo que se organizaba el domingo siguiente al día en que se pedía el 'dao' y que reunía a mozos y mozas y a toda la chiquillería del pueblo.
Segovia vivió ayer, a la caída de la tarde, la décima edición de su particular Ronda de Marzas, que organizan los danzantes de La Esteva y los integrantes de la Ronda Segoviana. El objetivo es que la tradición, prácticamente extinguida, siga recordándose y formando parte del rico patrimonio cultural segoviano.
Ambos grupos llenaron de música y bailes las calles, entre la Plaza Mayor y el Azoguejo, recorrido en el que hubo varias paradas, especialmente delante de los restaurantes El Fogón Sefardí, Casa Duque y Las Cuevas de Duque y el Mesón de Cándido. La alegría marcó la velada.