El Mariano Quintanilla y el Andrés Laguna ingresan en la Orden de Alfonso X El Sabio
Ambos institutos son distinguidos por su rico patrimonio histórico y por sus singulares señas de identidad forjadas durante décadas
Los institutos de Enseñanza Secundaria Mariano Quintanilla y Andrés Laguna, ambos de la capital, han ingresado en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, con la categoría de Placa de Honor, por su dilatada trayectoria académica y su contribución al servicio de la educación segoviana, según confirma la Delegación Territorial de la Junta. Esta distinción se refiere a una modalidad reservada para corporaciones, instituciones, personas jurídicas, organismos o entidades públicas o privadas. Así pues, el reconocimiento premia los esfuerzos de ambos institutos, ricos en historia, con unas señas de identidad forjadas a lo largo de décadas y firmemente consolidados dentro de la oferta educativa de Segovia.
El Andrés Laguna y el Mariano Quintanilla están hermanados al ser herederos del que fuera Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, que arrancó en 1841 y fue inaugurado oficialmente cuatro años después, cuando se instaló en la conocida como Casa de las Cadenas, sita en la plaza del Conde Cheste. En 1870 cambió su ubicación al antiguo Colegio de la Fundación de Ochoa de Ondategui, en Día Sanz, hasta que en 1963 se trasladó el instituto matriz al edificio actual que ocupa el Andrés Laguna en el paseo Conde Sepúlveda, quedando la vieja sede como Sección Delegada Femenina.
A partir de 1969, tras extinguirse el hasta entonces Instituto Nacional de Enseñanza Media Mixto de Segovia, se crearon los dos institutos, que al inicio fueron masculino y femenino. A partir de ese momento siguieron caminos separados, aunque siempre conscientes del tronco común que los vincula. Este hecho determina que ambos posean un importante patrimonio educativo y cultural, además de una rica memoria como instituciones docentes.
Por estos méritos, los dos institutos segovianos ya fueron reconocidos como 'Centros de Enseñanza Históricos de Castilla y León' en 2019, en las dos categorías objeto de valoración: por poseer un patrimonio documental, bibliográfico, científico, educativo o cultural procedente de los centros de segunda enseñanza creados en el siglo XIX y también por la singularidad de los inmuebles que los acogen.
Las direcciones de los centros manifiestan su satisfacción por la distinción y expresan su renovado compromiso en las labores de protección y salvaguarda de su patrimonio y su firme vocación en la defensa de una enseñanza pública de calidad.