Archivada la denuncia contra mandos de la Academia de Artillería de Segovia por coaccionar a una alumna para que abortara
El Tribunal Militar Territorial no aprecia indicios de comportamiento degradante y señala que la acusación particular «no ha comparecido» en el procedimiento
El Tribunal Militar Territorial Cuarto ha dado carpetazo a la causa abierta a raíz de la denuncia presentada por una sargento por un presunto ... delito de abuso de autoridad mientras era alumna de la Academia de Artillería de Segovia. La militar aseguraba que interrumpió voluntariamente su embarazo, pero motivada por las coacciones que habría sufrido por parte de mandos de la Academia.
En la resolución de sobreseimiento definitivo del sumario instruido por el Juzgado Togado Militar número 42 de Valladolid en relación a la conducta atribuida a un subteniente del Ejército de Tierra, que en el momento de los hechos era brigada, la Sala recuerda que «el principio acusatorio es la base fundamental del procedimiento penal». En este proceso, el Fiscal Jurídico Militar ha solicitado el archivo, mientras que «la representación legal de la acusación particular, que se encuentra debidamente personada, no ha comparecido en el término legal fijado ante este Tribunal Militar ni ha realizado alegaciones que nos permitan conocer si sostiene la acción penal y, en su virtud, la continuación del procedimiento».
Lo ocurrido se remonta al curso 2012-2013, cuando la sargento se preparaba para acceder a la Escala de Suboficiales y se quedó embarazada. No fue el único caso. A otras dos compañeras les sucedió lo mismo. Tras informar a sus jefes de que estaba en estado de gestación, el entonces brigada les habría manifestado que tenían dos opciones legales: acogerse a una excedencia voluntaria y reincorporarse al curso siguiente o permanecer como alumnas siempre que cumplieran el 64% de la formación académica (que incluía la realización de maniobras y educación física), tal y como se recoge en la Ley de Función Militar. Según la denunciante, el mando añadió una tercera alternativa: abortar. Ante esta tesitura, una de ellas optó por la excedencia voluntaria, otra permaneció como alumna y la sargento denunciante abortó y completó la formación. Dos años después, cuando terminó su periodo de formación, decidió denunciar: si había interrumpido el embarazo, dijo, era porque se había sentido coaccionada por los mandos.
Sin embargo, en sus declaraciones durante el proceso una de las militares manifestó, cuando relataba conversaciones mantenidas por ella y mandos de la Academia de Artillería, que «nunca utilizaron la palabra abortar o interrumpir el embarazo, pero reiteraban que así no se podía continuar el curso». En el caso concreto del entonces brigada, afirmó que «nunca utilizó la palabra abortar, que lo que les decía es que en esa situación no podían continuar en la Academia y que si querían seguir adelante con el embarazo tenían que dejar el curso e incorporarse al siguiente curso académico, con la siguiente promoción», según se recoge en la resolución.
Otra de las sargentos modificó su anterior declaración en el sentido de que no recordaba que el brigada le dirigiera la frase «o abortáis o repetís». Sí recordaba haber escuchado esa frase en algún mando de la Academia, «pero no puede precisar cuál». En su caso, explicó que no abandonó la Academia, continuó con su embarazo y, finalmente, aprobó el curso. A mayores, señala el Tribunal Territorial, otra militar declaró expresamente que «ella se quedó embarazada en abril o mayo, pero que nadie le dio la opción de que si seguía adelante con el embarazo debía repetir el curso. Que, de hecho, aprobó el curso».
Considera la Sala que «además de la abundante prueba testifical practicada», estas declaraciones justifican la conclusión a la que llega el Fiscal Jurídico Militar en el sentido de no apreciar en la conducta del hoy subteniente «ningún indicio de comportamiento arbitrario o degradante ni elementos dirigidos a forzar la voluntad de ambas alumnas para que procedieran a interrumpir sus respectivos embarazos». De hecho, añade, una de las sargentos «reconoce expresamente haber llevado a término su embarazo y haber finalizado el curso académico».
La de Artillería es la Academia militar más antigua del mundo en activo. Fundada en 1764, está destinada a la enseñanza de formación, estudios de perfeccionamiento y adiestramiento en Simuladores, para las escalas de Oficiales, Suboficiales y Tropa del Cuerpo General de las Armas del Ejército de Tierra de España, en las especialidades de Artillería de Campaña y Artillería Antiaérea.
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