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Mohammed El Mizeb, en la mezquita del barrio de San Lorenzo. Antonio Tanarro

«A mí me llegan mensajes de odio e islamófobos a diario; también amenazas»

Mohammed El Mizeb, presidente de la Federación de Comunidades Musulmanas de Segovia y Castilla y León, dice que los terroristas nada tienen que ver con el islam

claudia carrascal

Segovia

Lunes, 28 de agosto 2017, 09:29

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Dos mezquitas y cerca de 5.000 musulmanes forman parte de la sociedad segoviana y de sus municipios. Cada uno de locales que la comunidad ha comprado en la ciudad están destinados al rezo, al encuentro y la convivencia. El primero, situado en la calle del Rancho, lleva funcionando desde 1999 y el más nuevo, en el barrio de San Lorenzo, abrió sus puertas hace más de cuatro años, debido al incremento de ciudadanos que profesaban esta religión. Mohammed El Mizeb, presidente de la Federación de Comunidades Musulmanas de Castilla y León y de la Comunidad Musulmana de Segovia conoce bien las dos mezquitas de la ciudad y explica que funcionan como cualquier asociación. «Cada una tiene su propio imán, y hay una junta directiva que es la que toma las decisiones y vela por su correcta marcha».

–¿Los imanes de Segovia tienen algún tipo de cualificación o formación?

–Ambos tienen la cualificación necesaria porque, aunque en España no se exige para ejercer ningún título los dos han trabajado antes como guías espirituales en Marruecos y allí si que tienen que acreditar una formación para ser imán. Además, en países como Marruecos, de donde proceden la mayoría de los musulmanes que residen en Segovia, una condición indispensable para trabajar como imán es que sean moderados. Por eso, en Segovia tenemos esa seguridad y confianza, pero es complicado de controlar, porque en el resto de España hay imanes procedentes de países muy diferentes.

–¿Quién tiene la responsabilidad de elegir al imán?

–La junta directiva de cualquier mezquita es la que elige a la persona que se encarga de esa labor, por eso, si los miembros son moderados buscaran un imán de las mismas características. La comunidad musulmana también participa en esta decisión por una doble vía, primero porque son quienes eligen a la junta directiva y segundo porque cuando se cambia de imán se hace una asamblea general en la que la comunidad aporta las razones por las que considera oportuno el cambio o la elección de un determinado imán.

–¿Es necesario controlar más y exigir formación a los líderes espirituales del islam?

–Controlar a los imanes no va a ser la solución, yo no me opongo a ello, pero no va a servir de nada. Los radicales con esta ideología son casos excepcionales y extremistas que no suponen un porcentaje significativo, además, son muy difíciles de controlar porque, evidentemente, si un imán quiere influir negativamente en uno o más jóvenes no lo va a hacer en público. La primera defensa de una mezquita y de sus miembros es la junta directiva y desde esa selección de personas se pueden salvar muchas situaciones. De todas formas, Las juntas directivas de las mezquitas las conocen y están controladas por los Cuerpo y Fuerzas de Seguridad del Estado, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Ministerio de Justicia. De hecho, cada vez que cambia la junta, o se crea una nueva tiene que ser presentada ante el Ministerio y agentes acuden a conocer a sus miembros y esto se lleva haciendo años, por lo que no creo que sea una cuestión de falta de control o de seguridad.

–Cuando cometen un atentado lo hacen en nombre de Alá y del islam ¿es real esta vinculación religiosa?

–Para nada, esta gente no tiene nada que ver ni con el islam ni con los musulmanes. Matar no tiene ningún sentido para ninguna religión y el Corán dice que matar a una persona es un pecado igual de grave que matar a toda la humanidad. Alá considera que es uno de los mayores pecados porque para el islam el alma humana es lo más sagrado. Ellos actúan por motivos políticos y económicos, pero no religiosos como dicen.

–De hecho, hay un elevado número de víctimas que son musulmanes.

–Se elaboran estadísticas continuamente, pero se sabe que las principales víctimas del Estado Islámico son los musulmanes. El 90% de las matanzas por parte de estos terroristas se producen en Irak, Siria, Libia o Yemen. Hace cuatro días mataron en un autobús en Siria a 68 niños musulmanes, inocentes y que nada tienen que ver con todo lo que está sucediendo, lo que pasa que estas noticias no salen tanto en los medios de comunicación del resto del mundo.

–Cuando se produce un acto terrorista ¿sienten que la sociedad culpa a la comunidad musulmana en conjunto y no solo a los terroristas?

–Sí, la gente habla sobre todo de nosotros y se dirige a nosotros para culparnos cuando ocurren hechos como los de Cataluña, pero el resto del año apenas se acuerdan de que existimos. Queremos que la sociedad entienda que en el mundo hay más de 1.700 millones de musulmanes y los radicales que tienen esas ideas constituyen un porcentaje ínfimo. Además, hay que ser consciente de que extremistas hay en cualquier religión y en cualquier ideología.

–¿Qué medidas podrían aplicarse para evitar el radicalismo?

–Nosotros defendemos que una primera medida que podría contribuir sería la de impartir religión islámica en los colegios. De esta forma los niños crecerían conociendo su religión y podría controlar lo que aprenden en las clases. El problema es que los niños musulmanes que nacen en España o en otros países europeos ya no saben prácticamente nada de su religión y a veces tratan de buscar información y sentirse parte de la comunidad por otros medios como es Internet, y ahí es donde reside el peligro. Si se regulara la educación mejoraría la situación.

–¿Las sesiones en las mezquitas se pronuncian en árabe?

–Ese es otro de los problemas, la mayoría de los imanes no saben castellano y en las mezquitas hablan en árabe, por lo que los niños que han nacido en España, e incluso, adultos que llevan muchos años fuera de sus países de origen saben poco árabe y no entienden lo que se dice. El imán de Riaza me contaba que estaba en una sesión del viernes, la más importante para los musulmanes, y un español musulmán le pidió que hiciera una parte del acto castellano. El imán decidió traducir una parte y la siguiente sesión la hizo completamente en castellano. Los niños empezaron a acudir a la mezquita y le dijeron que era la primera vez que entendían algo de una sesión islámica y que conocían algo de Corán de esta forma. Si damos la opción de que en los colegios puedan cursar la religión islámica y ponemos gente cualificada, con criterios y que hable castellano, que ejerza de líder espiritual, pueden evitarse en gran medida los extremismos.

–Además de las pintadas en el antiguo parque de bomberos, ¿se ha producido algún otro acto islamófobo estos días?

–A mí me llegan mensajes de odio e islamófobos a diario, también amenazas. Para evitarlo es importante que los medios informen y que la gente conozca que no todos los musulmanes son extremistas, ni mucho menos. Los radicales son una minoría, como ocurre siempre con los extremos. Por eso hay que intentar no dar a los terroristas lo que buscan, que es precisamente eso, generar conflicto, crear odio y crisis entre religiones, culturas y países. Todo el mundo tiene una responsabilidad, también los políticos y hay que evitar lo que hizo el presidente de EEUU, Donald Trump, que utilizó los atentados para defender la separación de poblaciones y religiones. Este discurso es peligroso y solo favorece a los radicales, sin embargo, pone en peligro la seguridad de un país al hacer crecer el odio entre sus habitantes. La sociedad tiene que entender que la única forma de luchar contra el Estado Islámico y el terror que crean es estar unidos.

–¿En Segovia está bien integrada la comunidad musulmana?

–Depende de lo que se entienda por integración. Mucha gente piensa que estar integrado es comer lo mismo, llevar la ropa que se lleva en el país o actuar del mismo modo, pero yo no creo que sea así. Estar integrado es cumplir la ley, respetar a los demás e intentar convivir con la gente de tu entorno sin problemas y en el respeto, compartiendo culturas religiones y participando en los eventos del país. En este sentido, creo que los musulmanes estamos integrados porque hacemos nuestro trabajo, pagamos las facturas y los impuestos y respetamos a los demás, convivimos sin hacer daño a nadie. Sin embargo, hay otros ámbitos en los estamos fuera de juego, en la vida cotidiana de la sociedad y en la política, por ejemplo.

– Hace unos días comenzó a difundirse un vídeo a través de las redes sociales en el que el Daesh amenazaba a España con recuperar de nuevo Al-Andalus ¿Es una amenaza real?

–No he visto el vídeo, pero varias personas me han hablado de él, yo creo que lo que quieren es que la gente hable de ellos, pero lo que dicen en este vídeo es una tontería. ¿Quién se puede creer unas palabras así en pleno siglo XXI? Esas palabras no tienen sentido. Estas amenazas son imposibles y sin sentido, nadie se plantea algo así.

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