Lastras vuelve a depender del agua embotellada por los elevados niveles de nitratos

Un mes. Ese el tiempo que los vecinos de Lastras de Cuéllar han podido volver a consumir el agua que sale de sus grifos. El pasado 26 de septiembre un exceso de nitratos impedía a los vecinos beber o cocinar con agua del grifo, y 30 días después, el 26 de octubre, los niveles volvían a la normalidad. Pero la historia se repite, y ayer un nuevo bando de alcaldía anunciaba que la situación volvía a ser similar a la de finales de septiembre. En el bando, el alcalde, Andrés García Sanz, anunciaba a los vecinos que nuevamente, debido al exceso de nitratos en el agua de la red de la localidad, el líquido no es apto para el consumo en boca, por lo que su uso queda limitado al higiénico-sanitario, es decir, al aseo y la limpieza. Es decir, no se puede utilizar para beber, pero tampoco para cocinar, tal y como recordaban el octubre algunos vecinos, que nuevamente tienen que cambiar sus hábitos y volver al consumo de agua embotellada.

El Ayuntamiento, una vez más, repartirá agua embotellada entre los vecinos. Los repartos serán los lunes, de 10:00 a 11:00 horas en el espacio denominado Los Toriles, unas instalaciones situadas en la Plaza Mayor. En estos repartos se entregarán seis botellas de un litro y medio por persona y semana, lo que tendrá un coste de 30 céntimos cada paquete.

El Ayuntamiento realizará un seguimiento de la incidencia y se comunicará a los vecinos, mediante un nuevo bando, cuando esta se haya corregido. Una vez más, se continuarán realizando analíticas hasta que el nivel de nitratos se encuentre en niveles normales, aunque no se espera una solución inmediata. El alcalde explicó que se trata de una cuestión «cíclica» y que ya se advirtió en su momento que se podría repetir. Los niveles de nitratos siempre están altos, por lo que es fácil que se sobrepasen, algo que ha vuelto a ocurrir, «no sé si debido a las lluvias, a los abonos…pero ahora cada dos por tres nos ocurre», indicó Andés García.

Los vecinos, señaló, se encuentran «cansados de la situación, lógicamente, porque la historia se repite y la solución no llega». Una solución que pasa por llevar hasta Lastras de Cuéllar el agua de la zona de Las Fuentes del río Cega, un agua de calidad que ya surte a otros municipios de la zona, donde no se registran problemas de este tipo. Se trata de una opción que ya se planteó anteriormente, cuando aparecieron altos niveles de arsénico en el agua, pero que tiene un importante coste económico, imposible de asumir para el municipio. «Económicamente no llegamos a ello, y la Junta de Castilla y León o la Diputación tampoco nos dieron ninguna solución económica para afrontar esa infraestructura», detalla el alcalde con resignación.

En su día, la existencia de arsénico en el agua se solucionó con la instalación de un filtro, pero ya entonces se advirtió de la posibilidad de que pudieran aparecer altos niveles de nitratos, algo que ha ocurrido.