José María Yagüe dibuja el entorno de la villa de Cuéllar en 'Una vida en el campo'
La exposición, que se puede visitar este verano en Tenerías, incluye obras sobre la naturaleza de la localidad y otros proyectos
La sala Tenerías alberga, hasta el próximo 25 de septiembre, 'Una vida en el campo', una exposición del cuellarano José María Yagüe Manzanares en la ... que muestra varios dibujos sobre la naturaleza de Cuéllar y otros proyectos. Se trata de una iniciativa que surgió tras el encargo del Ayuntamiento de Cuéllar para ilustrar unos paneles informativos sobre varios ecosistemas del entorno de la villa, como la ribera del río Cega y la laguna El Espadañal.
Un encargo en el que se ha trabajado durante un año, elaborando los textos, buscando documentación y realizando los diseños. El papel de Yagüe en el proyecto se centró en definir un diseño básico, asesorar todo lo posible en el diseño y la ejecución y dibujar paisajes y animales que, tras ser escaneados, se han colocado en los paneles informativos.
Ahora esos dibujos originales, pintados en acuarela, se pueden disfrutar en Tenerías, donde se pueden observar las especies más habituales que se pueden encontrar en estos lugares, tanto de flora como de avifauna. Son ilustraciones de la zona del pinar, de la ribera del Cega, de la laguna del Espadañal y algunas imágenes de los animales más habituales, un trabajo que para Yagüe ha supuesto «un privilegio» por poder trabajar y realizar en el entorno natural de la villa su trabajo. «Para mí ha sido una alegría realizar estos dibujos y poder participar en esta pequeña aventura», destacó el autor durante la inauguración de la exposición.
Esos dibujos no han sido enmarcados, sino que se han colocado en unas mesas, puesto que se contaba con gran cantidad de material, demasiado para el espacio con el que se contaba y que se quería completar con otros trabajos. Y es que la muestra, que está dividida en dos apartados interconectados, ofrece además de los dibujos y pinturas originales del proyecto otros trabajos que Yagüe ha realizado como artista, puesto que «no solo me dedico a hacer este tipo de trabajos, que son más científicos o técnicos, sino que también una parte que tiene un componente más poético o más imaginario».
La conexión es la parte central de la exposición, «una especie de transición entre las ilustraciones y la otra parte de mi trabajo», detalló Yagüe. En este lugar se pueden ver dibujos de algunos árboles del entorno de Cuéllar, como unos pinos de Mata de Cuéllar, otro ejemplar dibujado en los años 1998 ó 1999, que se secó y murió pocos años después, o un chopo también de la zona. «Desde hace muchísimos años vengo trabajando con los temas de nuestro entorno. Entonces eran dibujos, pruebas, y ahora ya son obras con más pintura», explicó el artista.
Irlanda
La segunda parte de la exposición está muy ligada a Irlanda, un lugar muy especial para el autor «porque ha sido contrapunto a mi paisaje de aquí, ha sido mi válvula de escape, tengo un vínculo con ese país», en el que ha llevado a cabo varios proyectos e incluso en estos momentos cuenta con una exposición allí.
En esta área se encuentra una colección de cuadros de pequeño formato de los animales disecados que tiene el Museo de Historia Natural de Dublin, unas pequeñas tablas con retratos individuales en los que intenta capturar la atmósfera de ese pequeño museo, que es «una especie de joya en sí mismo, pues se conserva prácticamente tal y como estaba en el siglo XIX».
También en esta zona se encuentra una gran mesa en la que Yagüe muestra una colección de cuadernos de campo, uno de sus formatos preferidos, con una selección similar a la que pudo verse en el Museo Esteban Vicente de Segovia en 2020. «Para toda la gente que somos aficionados a la naturaleza y que nos gustan las actividades artísticas, los cuadernos de campo son el soporte más típico y más popular, porque te permite moverte y trasladarte, y tiene una cualidad material que es muy bonita», explica.
La mesa se completa con otros trabajos también sobre la naturaleza, pero en los que lo imaginario cobra mayor protagonismo, algunos de ellos relacionados con el proyecto sobre el entorno de Cuéllar; otros sobre unas construcciones clandestinas colocadas en las cuestas de la zona, como Vallelado, Torregutiérrez, en zonas de pinar; y distintos trabajos relacionados con la naturaleza, los animales, con el agua y algunos trabajos de campo relacionados con un proyecto sobre el lobo que realizó en Irlanda.Sobre este último proyecto también se muestran algunas pinturas en las paredes y, según detalló Yagüe, se trata de una iniciativa muy relacionada con Cuéllar también, y es que hace años un amigo encontró un lobo muerto cerca de la villa, y se quedó con el cráneo. Años después, en una excursión en una montaña de Irlanda, leyó en una guía que el último lobo del país había desaparecido en ese lugar en torno al año 1750, por lo que poco después se acordó del cráneo que tenía en España y pensó llevarlo a Irlanda para hacer un memorial.
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