El incendio del club de golf de un pueblo de Segovia deja 100.000 euros en pérdidas

Cinco dotaciones de bomberos, dos de ellas del parque de Iscar, dos más de Segovia y los voluntarios de Villa y Tierra, trabajaron desde primera hora de la tarde en la extinción de las llamas, procurando también que estas se limitaran a las instalaciones y no se propagaran por la zona, pues el campo de golf de la localidad se encuentra enclavado muy próximo al pinar y a tierras de labor. También trabajaron en el lugar varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local de Cuéllar.

Debido al intenso calor de la jornada, con temperaturas superiores a los 37 grados, las instalaciones del campo de golf se encontraban vacías por lo que afortunadamente únicamente hubo que lamentar daños materiales. También debido a las altas temperaturas previstas, desde el club se había decidido cancelar un torneo que estaba previsto que se desarrollara durante el día de ayer.

Fue uno de los socios el que, al pasar por la carretera cercana a las instalaciones y al campo, vio humo y dio la voz de alarma. El fuego se pudo sofocar sin que afectara a otros espacios como las oficinas, hasta donde sí que llegó el humo pero no las llamas. También se pudo acceder a una zona de cochera, situada al final de la nave que ardió, donde algunos socios guardaban sus buggies, que tampoco se quemaron.

El fuego, del que aún se desconocen las causas aunque se barajaban varias posibilidades, todas ellas accidentales, afectó de forma especial a la sala de taquillas, donde la mayoría de los socios del club guardaban sus carros, palos y diverso material, como zapatos. Se calcula que en el incendio se pudo calcinar en torno a 100.000 euros de material, correspondiente a más de 70 juegos de palos, ya que, ante la falta de espacio, otros carros y palos se guardaban en otras zonas de las instalaciones, a las que las llamas no llegaron. Tampoco alcanzaron la oficina, pero sí entró numeroso humo, por lo que aún se desconoce el alcance final de los daños materiales.

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Tras sofocar las llamas, los bomberos se dedicaron a refrescar la zona y a ventilar las habitaciones del intenso humo que se produjo en el lugar. Seguidamente volvieron a realizar labores de refrescado, ya que debido a la gran cantidad de material combustible existente y las altas temperaturas era posible que el fuego se volviera a avivar.

Al conocerse entre los socios el incendio, algunos de ellos acudieron hasta las instalaciones del club, situado en el paraje de Prado Vega, a unos tres kilómetros del núcleo de Cuéllar, para conocer el alcance de los daños. Ante la imposibilidad de acceder al interior, los bomberos les comunicaron que en la zona afectada por las llamas no se podría recuperar nada, pues todo había sido pasto del fuego.