La hostelería de Segovia encara su tercer cierre tras 79 días de clausura y limitaciones desde marzo
coronavirus en la provincia ·
La Junta decreta también el parón en la actividad de los gimnasios y del centro comercial Luz de Castilla ante la velocidad de la expansión del virus14 de marzo de 2020. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decreta el estado de alarma y el confinamiento de la población ante el ... avance de la primera ola de la pandemia del coronavirus en España. La actividad cesa, el teletrabajo gana terreno en las empresas y las ciudades como Segovia se convierten en escenarios fantasma, una especie de 'atrezzo' urbano vacío de transeúntes y de tráfico, con las tiendas, bares y demás negocios con las verjas echadas. Este paréntesis para los bares y se alargó hasta el 25 de mayo. Pero con el miedo al contagio muy presente, la reapertura se hizo muy lentamente, con restricciones que han condicionado el devenir cotidiano.
6 de noviembre de 2020. Casi ocho meses después de la primera clausura, esta vez es la Junta de Castilla y León la que intenta levantar diques para contener la segunda ola mediante la adopción de una serie de medidas que, de nuevo, echan el candado a la hostelería, así como a los gimnasios, pabellones cubiertos y al centro comercial Luz de Castilla (la única gran superficie de Segovia).
En un principio, la clausura iba a durar dos semanas y se prolongó una más. El 27 de noviembre, la provincia segoviana recuperó una pequeña parte de la normalidad perdida gracias a la favorable evolución de la situación epidemiológica. Con el cierre perimetral de la comunidad en vigor, los establecimientos que estaban cerrados podían volver a funcionar, aunque con restricciones y con la ausencia de los clientes madrileños. Esa tendencia a la baja de la incidencia del coronavirus, hizo incluso que el 4 de diciembre la Administración regional aflojara los corsés a la hostelería permitiendo un mayor aforo al rebajar el nivel de riesgo de contagio. Eso sí, sin retrasar un ápice el límite horario de las 22 horas del toque de queda. Hasta este domingo día 10 de enero.
Bares, restaurantes, gimnasios, el complejo comercial Luz de Castilla, los pabellones deportivos cubiertos y las salas de juegos y de apuestas de la provincia retroceden a principios de noviembre al compás del empeoramiento experimentado desde hace prácticamente un mes por los datos que miden la evolución epidemiológica. Lo mismo que ocurrirá en Palencia y Ávila.
Uno parados, cuatro abiertos
La tercera ola de la pandemia sumerge a Segovia en el nivel 4 de riesgo muy alto de contagio comunitario. La transmisión se ha descontrolado durante las fechas navideñas y se han disparado los brotes y casos positivos. La incidencia acumulada no cesa en su tendencia al alza. Este agravamiento también se refleja en una mayor presión asistencial en el Hospital General. Con este panorama y la previsión de que aún vaya a peor, según advirtió este jueves el comité de expertos en el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, anunció el cierre del interior de los locales de hostelería en las provincias de Segovia, Ávila y Palencia. El matiz que diferencia esta decisión de la de noviembre es que se permite la instalación de terrazas «con el cumplimiento estricto de medidas de aforo y seguridad». Por lo tanto, los negocios podrán continuar prestando servicio de comidas a domicilio o para llevar.
Así pues, los empresarios hosteleros –y toda la cadena de valor que conforma esta actividad, desde camareros y cocineros hasta proveedores y agricultores y ganaderos–, afrontan su tercer ciclo de cierres por la pandemia. Este parón, según informó la Junta seis horas después de la comparecencia del presidente, entrará en vigor en la medianoche del sábado 9 al domingo 10.
Hasta ahora, y desde aquel 14 de marzo del año pasado en el que se declaró el estado de alarma con su correspondiente confinamiento social, los bares y restaurantes han tenido las puertas cerradas, las barras vacías, las cocinas paradas y las terrazas recogidas 79 días. En total, más de dos meses y medio sin trabajar. Si se cuenta todo 2020, año bisiesto, han tenido la verja bajada en cumplimiento de las medidas de control frente al virus uno de cada cinco días del calendario. El 21%. Pero si se toma como referencia la pandemia –es decir, desde marzo– la proporción de jornadas con cero ingresos por la clausura supera el 36%.
Deporte, solo al aire libre
El presidente de Hotuse, la patronal de la hostelería segoviana subraya que este nuevo cierre del interior de los establecimientos va traer consigo «el cierre definitivo de más de uno, a no ser que lo acompañen de ayudas directas ya, urgentes».Jesús Castellanos critica una vez más las formas. El responsable gremial provincial se enteraba escasos minutos antes de las 20 horas de que la Junta había cambiado el inicio de la entrada en vigor del cierre. Creía, y así se lo había comunicado a los socios de la agrupación apenas dos minutos antes de conocer la modificación, que la clausura empezaba este mismo viernes.
La hostelería no es la única que clama contra la nueva vuelta de tuerca en las restricciones frente al coronavirus. También los gimnasios recriminan al Ejecutivo de la comunidad que sean ellos los paganos de los comportamientos irresponsables de otros. El presidente regional especificó este jueves que el cierre de dos semanas se hace extensivo a los centros deportivos para la realización de actividad física que no sea al aire libre, salvo para la práctica de la actividad deportiva oficial. «En todo caso queda prohibida la asistencia de público a eventos deportivos que no sean al aire libre», matizó Alfonso Fernández Mañueco. Los gimnasios arrastran importantes pérdidas de usuarios y, por ende, de ingresos necesarios para seguir en funcionamiento.
En este sentido, Nahuel Ibáñez, responsable del centro Hélade, el único que hay de estas características en La Granja, se lamenta de que, «después el primer confinamiento, hemos estado al 50%», aunque en septiembre hubo un leve repunte que ha resultado insuficiente. También critica que el Ayuntamiento del Real Sitio no haya mostrado interés en paliar la situación. Añade que tanto en el cierre de noviembre como en el que se inicia este domingo, la Junta «podía haber hecho las cosas de otra manera porque lo que provoca con medidas así es el enfado de trabajadores y clientes». Ibáñez asegura que «no tengo conocimiento de ningún caso positivo en el gimnasio». «No somos el problema, sino parte de la solución porque el deporte es salud», sentencia el gerente de este gimnasio.
Los que se libran del cierre son los comercios minoristas, aunque Fernández Mañueco incidió en que se reforzarán los controles para garantizar el cumplimiento de las medidas de higiene y de seguridad. Esa vigilancia especial también se hará sobre los aforos permitidos. Las que no evitan la clausura son las tiendas del centro Luz de Castilla, que también tendrán que bajar la verja en una época potente para el comercio como son las rebajas de enero. Como mínimo estarán dos semanas sin ventas.
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