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Un herido por asta de toro en el primer encierro de Cuéllar
El incidente de la cornada se ha producido en la entrada a la plaza de toros tras unas carreras complicadas y tensas
mónica rico
Cuéllar
Domingo, 27 de agosto 2017, 11:29
Cuéllar ha vivido este domingo por la mañana su primer encierro del ciclo de las fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen del Rosario. Ha sido un recorrido complicado y nervioso en el que únicamente cinco de las seis reses han completado el encierro y en el que se ha registrado un herido por asta de toro, a la entrada al coso cuellarano.
La cogida ha sido complicada, ya que han tenido que intervenir al joven de 21 años, procedente de Soria, en uno de los dos quirófanos preparados para este evento tras recibir dos cornadas en el muslo izquierdo. Tras la operación ha sido trasladado al Hospital Clínico de Valladolid.
Ya desde el inicio, en la zona de pinares, dos de los novillos de la ganadería El Sardinero-Ave María, han causado problemas revolviéndose y retrasando su llegada a la zona de Las Máquinas. Finalmente, con gran trabajo del equipo de los directores de campo, se ha logrado reunir a todo el grupo, que ha realizado de forma más controlada el trayecto por el pinar.
Sin embargo, en la bajada del Embudo, las dos reses rebeldes que ya habían complicado la primera parte del recorrido han vuelto a hacerlo. Una se ha dirigido hacia uno de los lados de la carrera y ha caído por una pequeña cuesta. Aunque los jinetes la han logrado sacar, no ha podido completar el encierro.
Contra las talanqueras
El otro de los novillos ha quedado rezagado y ha continuado el recorrido en solitario y suelto de la manada derrotando contra las talanqueras de manera constante provocando algún que otro susto entre la gente arremolinada tras las vallas. Hay que ensalzar el esfuerzo y la tarea de los mozos que han tirado del animal durante todo el itinerario hasta la plaza de toros.
Las cuatro reses restantes ha cubierto un buen encierro, con rapidez y fuerza, proporcionando buenas carreras a lo largo de las calles, hasta la llegada al coso, donde una de ellas ha sorprendido a uno de los corredores a la entrada y le ha empitonado. Rápidamente unos mozos le han cogido por los brazos, le han levantado y le han retirado de la arena.