La gastronomía tuvo un impacto económico de 57 millones en Segovia

La restauración y la gastronomía suponen un importante impulso para el turismo de la provincia y, en consecuencia, para la economía local. Prueba de ello es que su impacto económico alcanzó los 57 millones de euros en 2018, según expuso ayer el director general de Turismo, Javier Ramírez, durante la inauguración del VII Congreso de Turismo y Gastronomía Ciudad de Segovia.

Ramírez hizo hincapié en el potencial de Segovia como uno de los principales escaparates turísticos de la Comunidad, tanto a nivel nacional como internacional, con crecimientos de visitantes por encima del 20% en los últimos años. Asimismo, puso en relieve que Segovia tiene una trayectoria histórica más adaptada y acostumbrada al turismo, a la internacionalización y a una oferta que durante muchos años se ha basado en la riqueza gastronómica y en sus profesionales. En este sentido, valoró el «trabajo brillante» de la Diputación para extender el desarrollo turístico de la capital al resto de la provincia, con el objetivo de que todo el territorio rural se beneficie del crecimiento.

Los turistas no solo valoran los recursos patrimoniales y naturales, sino también la amabilidad del trato y la calidad del servicio que se presta. Algo en lo que Castilla y León está obteniendo buenas puntuaciones y que, según dijo Javier Ramírez, «es el camino para superar los retos y para permanecer en el nivel de crecimiento», ya que los camareros son«magníficos embajadores del sector».

También destacó que el turismo constituye «un motor económico esencial para la Comunidad» porque aporta en torno al 10% del PIB regional, da trabajo a más de 73.000 personas y genera un impacto económico superior a los 2.000 millones de euros. Además, resaltó que supone una «magnífica tarjeta de presentación» para los casi dos millones de turistas internacionales que visitaron Castilla y León en 2018.

En cuanto al estado de satisfacción de los visitantes, destacó la probabilidad de que 7 de cada 10 vuelvan a la Comunidad en los doce meses siguientes a su visita. La posibilidad de recomendar Castilla y León como destino turístico a familiares y amigos es de 8 sobre 10. Unas valoraciones que, en su opinión, demuestran que «se van contentos, repiten y cuentan su experiencia» y eso es en gran medida, insistió, por el trabajo de los profesionales de sala y del resto del sector.

A todos estos trabajadores les agradeció el esfuerzo realizado durante la época de crisis e insistió en que Castilla y León cuenta «con todos los mimbres y las mejores condiciones para afrontar los retos de futuro». Estos retos pasan por la internacionalización turística, por dar respuesta de calidad a los turistas internacionales, la intensificación de la formación de los profesionales o la innovación y la transformación digital del sector.

El director general de Turismo avanzó que las expectativas de ocupación son«muy buenas» de cara a la Semana Santa, «unas fechas fundamentales y que suponen un termómetro importante para analizar el comportamiento del sector turístico a lo largo del año.

Además del valor cultural, patrimonial y religioso, la Semana Santa «sirve como tarjeta de presentación de la oferta turística y de los recursos patrimoniales, monumentales y gastronómicos» de las diferentes provincias, señaló Ramírez, quien considera que son unas fechas relevantes para promocionar la oferta turística y sacar partido al alto nivel de repetición de los turistas.

El Plan Estratégico de Turismo elaborado por la Junta, que fue presentado en enero en la feria Fitur, está sirviendo como referente al Gobierno de España para elaborar el plan nacional de turismo sostenible, ya que muchas de las medidas son coincidentes, señaló Javier Ramírez. En este sentido, valoró que Castilla y León haya aportado su plan estratégico al Gobierno de España para que «sirva de referencia» y para «ayudar en lo que se pueda», porque, a su juicio, el turismo es «una palanca para la fijación de población».

También insistió en la importancia de desarrollar medidas concretas como la discriminación fiscal, la mejora de las telecomunicaciones, de la cobertura móvil o el apoyo a emprendedores y empresarios turísticos del medio rural.