Fiesta del Henar: una Virgen sin procesión, pero rodeada de devotos
La patrona de los cuellaranos vivió ayer su día grande en un año muy diferente que ha estado marcado por los cambios en la gestión del santuario y la pandemia del coronavirus
mónica rico
Cuéllar
Lunes, 21 de septiembre 2020, 11:55
Virgen del Henar vivió ayer su día grande, una festividad que este año ha estado marcada por la pandemia, por lo que ha estado vacía de celebraciones, a excepción de las litúrgicas, que se venían celebrando desde el pasado jueves 10 de septiembre, cuando se iniciaron las novenas, con todas las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades.
El día fue muy diferente a los vividos en años anteriores, cuando el bullicio y la alegría se escuchan ya desde la tarde del sábado, cuando se suelen instalar varios bares que, además de bebida ofrecen las tradicionales sardinas asadas. Este año se ha evitado su presencia, como también la del tradicional mercadillo, debido a que en el mismo se solían producir aglomeraciones y se preveía la imposibilidad de guardar la distancia de seguridad.
A pesar de los muchos cambios, desde el santuario, con el rector Carlos García Nieto y la comunidad de Carmelitas Samaritanas a la cabeza, quienes hace unos meses aterrizaron en las instalaciones, se ha intentado ofrecer la mayor normalidad a los fieles, para que éstos pudieran mostrar su devoción a la Virgen en todo momento.
Las novenas, que se celebraron hasta el pasado viernes, han venido siendo un reflejo de lo realizado en años anteriores, con liturgias con sesiones matutinas y vespertinas, misas, rosarios y canto de la Salve. Estas han estado marcadas por las medidas sanitarias, la obligatoriedad de llevar mascarillas, la reducción de aforo, marcado en 100 personas, y la instalación de geles en distintos puntos del templo.
Así se desarrolló también, la noche del pasado sábado, otra de las tradiciones vinculada a la festividad, el tradicional Rosario de las Antorchas, que en esta ocasión se celebró en el interior del templo, cuando habitualmente sale en procesión por la pradera. En el interior del Santuario se celebró la misa, para después dar comienzo al rezo del rosario, guiado por las hermanas Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús.
El rector quiso tener muy presente a los Padres Carmelitas, que hasta el pasado mes de junio y durante casi un siglo, se han hecho cargo del Santuario. Para ello, el acto estuvo presidido por una cruz pintada por el padre Florentino Bocos, carmelita que en su última etapa fue prior del lugar. Junto a la Cruz, dos fieles portaron velas durante todo el rezo, al igual que lo hicieron decenas de fieles desde los bancos del templo, lo que supone también una imagen diferente, pues era habitual que durante este fin de semana los bancos se retiraran de la iglesia para así poder dar cabida a mayor número de fieles.
En el exterior del santuario, los devotos de la Virgen pudieron seguir la misa y el rosario por la megafonía instalada por la pradera, si bien, debido a las inclemencias meteorológicas, fueron muy pocas las personas que optaron por esta opción. Antes de iniciarse el acto central de la fiesta, el rector del santuario se dirigió a los fieles presentes, agradeciéndoles su presencia. Apuntó que algunos de ellos habían llegado al lugar caminando, como suele suceder en esta fiesta, aunque en esta ocasión en menor número, una cuestión que «la Virgen os lo va a premiar».
La misa mayor fue concelebrada, contando con la presencia del vicario general de la Diócesis de Segovia, Ángel Galindo, que presidió la eucaristía en el día de la Virgen, así como Carlos García, rector del Santuario. También estuvieron presentes el arcipreste y párroco de Cuéllar, Fernando Mateo y los padres Carmelitas de la Antigua Observancia Celso y Bocos, unos de los últimos moradores del Santuario.
Aunque no se pudo celebrar la procesión, la imagen de la Virgen se mantuvo durante todo el día en el camarín, que se abrió a los fieles con un recorrido de acceso por la sacristía y salida por la sala de exvotos, para evitar aglomeraciones. Aunque no se pudo besar la medalla ni tocar la imagen, muchos quisieron fotografiarse junto a ella. También por primera vez, durante este año las celebraciones del interior del templo se han podido seguir a través de las redes, en concreto en el canal de Youtube del santuario.