Empiezan en Cuéllar los trabajos para completar la remodelación del talud de la calle Nueva

La concejala de Personal, Lucía Arranz, explicó que la subvención estaba ligada a la realización de proyectos de interés general y social, dentro de los cuales se optó por solicitar la ayuda dentro del epígrafe dedicado a obras y servicios de carácter medioambiental y en concreto enfocarla a finalizar la adecuación del talud de la calle Nueva, que quedó inacabada en su momento. En 2018 los alumnos del programa mixto no pudieron concluir la ejecución total del espacio, realizando en torno a un 75% de los trabajos previstos inicialmente, y ya entonces la intención era su continuidad a cargo de operarios municipales. Sin embargo no se había vuelto a actuar en el lugar, por lo que desde el equipo de gobierno se optó a esta subvención para la contratación de personal, para la cual se realizó una memoria de los trabajos, incluyendo planos y fotografías.

Finalmente la resolución llegó y al Ayuntamiento se le ha concedido la opción de contratar a cinco operarios, peones de servicios múltiples, durante seis meses, para lo cual contarán con una ayuda de 50.000 euros, 10.000 por cada persona contratada. Todos ellos son menores de 35 años, tal y como se requería en la subvención, y tienen un contrato a jornada completa. Además el Ayuntamiento ha contratado a mayores a un capataz para la coordinación de los trabajos. El Consistorio también se hará cargo de los gastos de material.

«Tenemos muchas ganas de ver el talud ya adecuado por completo y de poder finalizarlo, porque creemos que es una zona muy especial», apuntó Arranz, señalando que además de tener mucho tránsito es un lugar donde convergen el patrimonio histórico, pues se encuentra junto a la muralla, y el medioambiental, en una zona verde. Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Tomás Marcos, señaló que se va a seguir la línea de diseño con la que se comenzó la mejora del talud. Para ello se han adquirido traviesas de madera, algo que ha sido más complicado de lo esperado debido a la escasez de materiales.

En su momento, la obra se centró en realizar un escalonado a modo de terrazas en el talud para romper un poco la pendiente existente y así poder actuar en el lugar sobre su mantenimiento o la reposición de las distintas plantas. Este escalonado posibilita caminar con mayor facilidad por la zona, un terreno muy complicado debido a situarse en cuesta, por lo que tiene una importante pendiente.

En los tramos ya realizados se ejecutaron tres escalones con traviesas de madera. Para ello se escalonó el terreno. Posteriormente se incluyó un sistema de riego y se plantaron algunas especies que requieren bajo mantenimiento y que tienen un crecimiento bastante lento, de porte medio-bajo y con poca poda, a las que no se les caían las hojas, todo ello pensando en un bajo mantenimiento. Entre las especies se encuentran la verónica, el boj, algunas fotinias, brezo rojo, brezo blanco y picea. En la parte superior, para crear una composición en armonía y que existiera conexión entre las obras realizadas entre las dos partes en las que una escalera divide el talud, se crearon adornos con albero y rocalla, consiguiendo al mismo tiempo la creación de una imagen armónica que la muralla, ya que el talud se encuentra adosado a la misma en su parte superior.

Marcos apuntó que además de continuar con el diseño en la parte que falta, también se tratarán de enmendar aquellos errores que se puedan haber cometido en la ejecución anterior, apuntando que hay zonas en las que hay que mejorar el riego. Así detalló que «si nos da tiempo, no solo llegaremos hasta el final del talud, sino que revisaremos todo lo que está hecho y también avanzaremos en la primera parte que está más plana». Se trata del primer tramo en sentido descendente, donde existen plantados dos cipreses, una zona que no está escalonada y que cuenta con menor pendiente.

De hecho, la pendiente del talud es el principal escollo a salvar durante estas obras, ya que llega a impedir la correcta sujeción de los trabajadores. También es por ello que se optó por realizar los bancales en un primer momento, con el fin de procurar mayor comodidad en el momento de realizar los trabajos de mantenimiento en la zona. Las traviesas posibilitan el acceso a las plantas como si fueran pasillos. Marcos destacó que lo que queda por realizar «va a ser un trabajo arduo», ya que la zona que resta por mejorar es la más difícil, la que mayor pendiente tiene. Por el momento los trabajos se han iniciado por la parte más baja y será «en el día a día cuando se verán las dificultades y trataremos de paliarlas», afirmó el edil.

Los trabajos han comenzado hace unos días con la limpieza y el desbroce del lugar, para después realizar el replanteo y continuar con la creación de los bancales, con el fin de dotar a todo el talud de una imagen uniforme.