La disminución de visitantes chinos a Segovia daña la actividad turística en la ciudad

Rincón explica que desde el pasado 27 de enero, cuando se paralizó el flujo de turistas chinos, hubo apenas unos días de transición en los que acudieron los últimos clientes asiáticos que aún estaban en España para visitar la ciudad, pero a partir de la primera semana de febrero (en torno al día 4) este público desapareció.

El vocal de la asociación, Miguel Ángel Rodríguez, comenta que, a pesar de que la Oficina de Turismo cifra en una minoría los visitantes procedentes de China y, por lo tanto, no valora un impacto notable en estas bajas, «la realidad es muy diferente». Según Rodríguez, la Oficina de Turismo maneja tan solo los datos de las personas que entran a informarse al Centro de Recepción de Visitantes, la mayoría de los cuales son españoles, mientras que el grueso de turistas que llegan de China no pasan por el edificio (en la actualidad en obras) situado en la plaza del Azoguejo, un extremo que la veintena de profesionales que engloba la asociación comprueba a diario.

Según estos guías, desde que saltó la alarma por el coronavirus se han perdido siete de cada diez grupos de turistas chinos, mientras que la afluencia del resto de turistas se mantiene igual: entre 8 y el 10% son coreanos y, el resto, ingleses, italianos y americanos, mientras que los españoles son una minoría.

En un análisis de lo que supone para Segovia la alerta por este brote, que se produjo a comienzos de año en Wuhan (ciudad del centro de China) y ha acabado ya con la vida de más de 2.000 personas, Rodríguez señala que, si este episodio hubiera ocurrido en temporada alta, entre mayo y abril, el impacto habría sido de «quiebra». Por lo tanto, de mantenerse hasta entonces esta disminución del turismo chino en la ciudad las consecuencias pueden ser «muy graves» para el sector, aunque desde la asociación aún no han estudiado el varapalo económico porque han de esperar a un estudio pormenorizado de los datos a finales de año.

La Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Segovia considera que al problema derivado del coronavirus cabe añadirle otro que el gremio arrastra desde hace años, el del intrusismo laboral por parte de particulares que realizan actividades propias de los guías turísticos pero sin acreditación, como muchos de los popularmente conocidos como 'freetours'. Ante esta situación, la asociación declara que se encuentra en conversaciones con la Junta de Castilla y León para que se lleven a cabo labores de inspección junto a la policía, puesto que estas prácticas generan un grave perjuicio para la profesión, no sólo a nivel económico, sino en la calidad del servicio.

«Se oyen verdaderas barbaridades», asevera María Rincón, quien añade que el gremio pide que quien ejerza la labor de guía cuente con el aval que supone el carnet obtenido mediante una prueba «muy dura» que hay que pasar y en la que se valora el conocimiento de hasta dos idiomas.