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La Diputación planea aunar esfuerzos con el Estado y la Junta en vialidad invernalEl entorno de Riaza concentra en unos pocos kilómetros a todos los ejércitos de la vialidad invernal: los estatales (en la A-1 y la N-110), los de la Junta de Castilla y León, propietaria de la carretera que conduce hacia la estación de ... esquí de La Pinilla, y los de la Diputación, la que más abarca, con 1.229 kilómetros. Los diferentes formatos de prestación —desde las contratas estatales a los recursos propios provinciales— limitan los pliegos a las carreteras de cada titularidad y alejan una gestión compartida que podría optimizar esfuerzos.
«Qué manera de no utilizar bien los vehículos», lamenta el delegado especial de Red Viaria, Benjamín Cerezo, que aboga por una gestión integral orquestada a nivel estatal para evitar escenas frecuentes. «Tenemos que colaborar todos. Muchas veces, los camiones pasan por una carretera con la cuchilla levantada y no te echan sal. Que venga tu camión y te la limpie».
Los pueblos más expuestos, como El Espinar o Riaza, tienen vehículos propios, desde pick-up a camiones de bomberos con cuchillas incorporadas. Estos esfuerzos municipales dan un primer repaso a las carreteras antes de que llegue el dispositivo provincial. Pero cada quitanieves se ciñe a la letra de su contrato, en parte porque el seguro no cubre accidentes si se producen en una carretera de la que su institución no es propietaria.
«Nos teníamos que poner de acuerdo. Yo te limpio esta carretera y tú me limpias la otra», subraya Cerezo. El dispositivo de la Diputación puede movilizar hasta a treinta personas. Esa cifra engloba a trabajadores del Parque de Maquinaria de Segovia, así como de las zonas de Nava de la Asunción, Cuéllar y Sepúlveda. Cuenta con siete máquinas quitanieves (con cuchilla y repartidor de sal) en el parque de Segovia, otra en el parque de Cuéllar y una más en el parque de Sepúlveda. Cinco de los camiones son polivalentes, por lo que se emplean tanto para bacheo y obras como para las actuaciones de vialidad invernal.
El equipo de la Diputación está en alerta permanente. «Los camioneros tienen que dejar lo que están haciendo y salir. No tenemos horarios; intentas dejar todo lo que puedes limpio para luego al día siguiente dar repasos», subraya Cerezo. Cuando hay nevadas continuas, no es fácil encadenar los turnos. El protocolo lleva a dos personas en el camión, por seguridad y porque hay más conductores que vehículos. Una forma para evitar atascos como el que se produjo el año pasado a la salida de un concierto en La Pinilla: bastó una hora entre que acabó un turno y comenzó el siguiente para colapsar la carretera.
Su desempeño diario o su nivel de alerta depende de la previsión meteorológica. Como las temperaturas bajas imposibilitan el asfaltado, esos camiones polivalentes están preparados para la nieve. Si mejora el tiempo, simplemente retiran la caja de la sal y la cuchilla —se desmonta en dos horas y media— y se utilizan para labores rutinarias como sustituir señales o podar arbolado.
La flota ha ido aumentando, por ejemplo, con los tractores que se usan para desbroce y que pueden cargar una pala. «Si llega una nevada como Filomena, al final se saca todo». Para estos episodios extraordinarios hay dos palas, tres motoniveladoras y tres retroexcavadoras mixtas. En total, una quincena de vehículos en marca, más la posibilidad de alquilar más maquinaria a una empresa colaboradora.
El Gobierno dispone en Segovia de 98 quitanieves para hacer frente a la temporada invernal en los 364 kilómetros de la Red de Carreteras del Estado en la provincia. Más de 600 personas trabajan en el dispositivo de vialidad invernal de esta campaña, que cuenta con 13 naves y 16 silos, con capacidad para almacenar 12.675 toneladas de sal; 12 plantas de fabricación de salmuera y 30 depósitos para 1.036.000 litros de salmuera.
La capacidad de almacenaje de sal de la nave situada en Juarrillos ha aumentado en 700 toneladas, para sumar 1.800; y se ha sustituido el depósito de salmuera que ahora recoge 60.000 litros, en lugar de los 30.000 litros de la pasada campaña. Además, en las autopistas AP-6 y AP-51 se ha incrementado la capacidad de almacenar salmuera en 50.000 litros (para llegar hasta los 541.000).
Los aparcamientos de emergencia habilitados en las carreteras estatales para las situaciones de restricciones de tráfico están repartidos en 63 zonas, con más de 4.800 plazas para vehículos pesados. La subdelegada del Gobierno en Segovia, Marian Rueda, habló en la presentación del dispositivo de «la estrecha colaboración entre todas las administraciones, autonómica, provincial y municipales, para garantizar la seguridad de los ciudadanos».
Segovia, una provincia con cuatro puertos de montaña de más de 1.700 metros de altitud sobre el nivel del mar, tiene una red autonómica de carreteras de 749,5 kilómetros, con una altitud media de 973 metros. El operativo de la Junta en Segovia está integrado por 56 profesionales de carreteras, además de 90 agentes medioambientales y celadores de medio ambiente. A este contingente se suman también los 236 voluntarios de las 14 asociaciones y agrupaciones de Protección Civil. Respecto a medios materiales en esta campaña, Segovia dispone de 20 máquinas quitanieves y 14 almacenes de fundentes.
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital ha incorporado sensores volumétricos que controlan la cantidad de fundentes almacenados y estaciones meteorológicas que miden las condiciones ambientales en ocho silos de la provincia: en la CL-603 en Encinillas, Torreadrada y Cabezuela; en la CL-601, en el Real Sitio de San Ildefonso; en la A-601, en Cuéllar; en la SG-145, en Francos (Ayllón); en la SG-723, en Otero de Herreros; y en la SG-342, en Nava de la Asunción.
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Hay estaciones meteorológicas para poder obtener datos de temperatura del asfalto, temperatura ambiente, humedad relativa, presión atmosférica, el punto de rocío o velocidad del viento en el Grado del Pico, Alto de La Pinilla y Puerto de Navacerrada.
Por su parte, el Ayuntamiento de Segovia tiene un plan invernal con 46 vehículos adaptados: seis grandes con cuchilla y esparcidor de sal, más dos medianos del mismo tipo, tres camiones para el reparto de sal a los operarios, cuatro barredoras a las que se les puede colocar cuchillas o sustituir por máquinas minis, 12 equipos con herramientas y sacos de sal, 15 esparcidores manuales de sal y cuatro fresadoras o sopladoras de nieve manuales: dos de propiedad municipal y dos propiedad de la empresa adjudicataria, FCC, cuyo personal se suma al de las distintas concejalías, el del mantenimiento de las zonas verdes o los servicios de Bomberos y Policía Local.
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