Segovia

Detenido por conducir borracho y huir de la policía durante 58 kilómetros

La persecución comenzó en torno a las seis de la mañana del domingo, cuando una patrulla de la Policía Local de Segovia observó un vehículo en la avenida del Acueducto. Cuando los agentes se acercaron al coche, que se encontraba en el centro de una calle peatonal en la que tan solo se permite la circulación de vehículos de emergencia, el hombre emprendió una huida en la que no atendió en ningún momento las indicaciones policiales.

El conductor circuló por la avenida del Acueducto, llegó a la plaza del Azoguejo y pasó por debajo de los arcos del Acueducto. No despistó a la Policía Local, por lo que continuó con su huida por la avenida Vía Roma a toda velocidad. No le importó la presencia de más vehículos, ni saltarse semáforos situados en esta vía de entrada a la ciudad y ni siquiera conducir durante varios momentos en dirección contraria.

Ya en el barrio de San Lorenzo, y según confirman fuentes municipales, los agentes de la Policía Local dieron la voz de alerta a la Guardia Civil ante la posibilidad de que el conductor decidiera proseguir con su huida fuera de los límites del término municipal de Segovia. Así fue. El conductor siguió por Vía Roma y enfiló la carretera de Riaza hasta llegar a la rotonda de la SG-20 situada a las afueras de El Sotillo, donde seguía haciendo caso omiso a las indicaciones de la Policía Local.

La patrulla del cuerpo policial municipal no cesó la persecución pese a que ya se encontraba fuera de Segovia capital. De hecho, contó con refuerzos para tratar de seguir la pista del fugitivo, que enfiló la carretera N-110 a toda velocidad pese a tener a la Policía Local pisándole los talones. No le importó lo más mínimo. Todo lo contrario. Aumentó su velocidad y mantuvo una actitud violenta que puso en serio peligro la integridad de los policías locales.

La persecución policial continuó por la N-110, carretera que atraviesa diferentes localidades como Torrecaballeros, Collado Hermoso, Prádena, Arcones o Casla. Durante todo el recorrido trató, con diversas maniobras, de zafarse de la presencia policial, pero no consiguió evitar que le siguieran la pista.

Así llegaron hasta el final de la N-110, en el cruce de la carretera nacional con la A-1. Allí, en término municipal de Santo Tomé del Puerto, se encontraban dos patrullas de la Guardia Civil -una de Seguridad Ciudadana de la zona y otra de Tráfico- que establecieron un control para impedir su paso. El fugitivo no frenó y aunque no pudo continuar por la A-1, siguió su camino por las calles de Santo Tomé del Puerto.

Finalmente, en las afueras de la localidad segoviana y con la Policía Local de Segovia y de la Guardia Civil pisándole los talones, decidió parar y bajar del vehículo. Pero no se había rendido. Comenzó entonces otra persecución, esta vez corriendo, que acabó con el hombre detenido momentos después por las patrullas, tal y como confirman fuentes de la Guardia Civil.

Tras ser sometido a las pruebas de alcoholemia, se comprobó que arrojaba tasas claramente superiores a las permitidas y fue puesto a disposición judicial en el juzgado de Riaza.