PP y Cs cuestionan la compra del convento de San Francisco

El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Cuéllar (PSOE-IU) llevó al pleno la modificación presupuestaria para hacer frente a la compra del convento y la huerta de San Francisco, adquisición que tiene como finalidad la construcción de un auditorio, salas de ensayo y una sala de exposiciones en el centro de la localidad. La modificación presupuestaria fue apoyada por los miembros del equipo de gobierno y el concejal de Centrados, Borja Sanz, pero contó con el rechazo de los grupos municipales de PP y Ciudadanos, que esgrimieron que se puede poner en riesgo la liquidez municipal.

Así lo afirmaba también el interventor municipal, quien en la lectura del dictamen de la comisión informativa en la que se estudió la modificación, con cargo al remanente de tesorería, apuntó que hay que tener en cuenta que la ejecución del gasto debe hacerse en el ejercicio 2021, cuando las reglas fiscales están suspendidas, y que esta cantidad, unida a los 1,7 millones de los remanentes que se destinarán a distintas inversiones puede poner en peligro la liquidez de tesorería.

El alcalde, Carlos Fraile, recordó que la compra es la de un solar de más de 4.000 metros cuadrados en el centro de la villa, colindante con una propiedad municipal que además es la iglesia de San Francisco, por lo que desde el punto de vista del patrimonio «es más que interesante». Por otro lado, recordaba la necesidad de un espacio cultural «digno». El regidor recordó que se puede hacer este año debido a la supresión de las reglas fiscales y afirmó que no se va a poner en riesgo el dinero de los cuellaranos, pidiendo que no se incurriera en la demagogia.

El PP recordó que su voto no era contra el auditorio, sino contra la modificación presupuestaria. Su portavoz, Nuria Fernández, señaló que el PSOE suele llevar todos los asuntos económicos importantes por urgencia «y en este caso hasta sin documentación». Apuntó que la modificación presupuestaria es de 590.000 euros, pero los terrenos que se pretenden adquirir cuestan 200.000 euros menos, por lo que «nos están pidiendo un cheque en blanco de 200.000 euros, porque no sabemos en qué se los va a gastar».

También apuntó que la modificación es cuestionable pues los créditos extraordinarios son aquellas modificaciones al presupuesto de gastos mediante las que se asigna crédito para la realización de un gasto específico y determinado que no puede demorarse hasta el ejercicio siguiente. «Nosotros no conocemos ese gasto específico de 200.000 euros», por lo que decidieron no votar a favor.