Cuéllar tala la chopera de Dehesa para construir un nuevo parque
Muchos de los árboles estaban en peligro de ceder y otros secos, por lo que se realizará una nueva plantación
La semana pasada el Ayuntamiento de Cuéllar iniciaba los trabajos de tala de la chopera existente en Dehesa de Cuéllar, una cuestión que los vecinos ... venían demandando, debido al mal estado de los árboles que se encontraban en el lugar. El representante de la pedanía, Julio Martín, explica que es la tercera vez que se corta la arboleda, si bien en la última ocasión, en lugar de plantar nuevos chopos se optó por dejar salir los retoños, por lo que los árboles que se encontraban en la actualidad no tenían la misma fuerza que los nuevos. Es por ello que muchos se encontraban doblados, porque habían cedido hacia algún lado y estaban «ladeados y en cualquier momento el terreno cede y se puede caer», ya que el lugar en el que se encontraba la arboleda tiene una gran humedad, al estar junto al arroyo de las Collalbillas y ser un punto de paso de regaderas y caceras.
Martín explicó que esta tala ya se intentó llevar a cabo hace varios años, con una corporación anterior, cuando incluso se mantuvo una reunión con el responsable de la guardería forestal de la Comunidad de Villa y Tierra, que explicó a los vecinos el uso para madera industrial de las choperas y que para que el árbol tenga valor tiene que tener entre 20 ó 25 años. Finalmente el proyecto no se llevó a cabo, por lo que «ahora mismo la mayoría de estos chopos estaban negros ya por dentro, se estaban empezando a secar, y antes de que vaya a más la cosa y se termine por secar toda la arboleda, es mejor aprovechar y hacer algo», relata el representante vecinal, que señala cómo la arboleda ya no tiene valor.
«Aunque por la madera no nos van a pagar nada, por lo menos nos lo quitan, nos lo limpian y nos lo sanean. Luego será el Ayuntamiento quien tome las riendas de la replantación». Y es que después de la tala y de destoconar, trabajos que se están realizando en la actualidad, se saneará el terreno para volver a replantarlo. La idea es incluir en la zona medio centenar de olmos que se han solicitado al Ministerio de Transición Ecológica, ejemplares tratados contra la grafiosis para que no puedan enfermar, según señaló el concejal de Medio Ambiente, Tomás Marcos.
Así, la idea tras la tala es sanear y replantar, para posteriormente realizar un circuito de paseo, «un parque un poco más en condiciones, porque ahora lo que parecía esto era una selva, porque estaba todo perdido, lleno de hierbas altas», explica Martín, señalando que con eso aparecía otra problemática ante la posibilidad de un incendio.
El representante de la localidad explica que también por esa misma posibilidad de incendio se optó por no volver a plantar chopos, debido a la pelusa que suelta en primavera, también muy inflamable. Aunque la tala ya ha comenzado, aún faltan cuestiones por analizar, como la canalización de algunas de las regaderas existentes en el lugar. Según explica Martín, una de ellas desagua desde unas eras y llega hasta la zona, mientras que otra sirve de desagüe del río Pirón. Ambas se juntan y van al arroyo, por lo que «convendría canalizarlas, porque si viene una lluvia fuerte desde la zona alta y las eras no tienen por donde desaguar, se nos inunda el pueblo», por lo que su opción sería canalizarlas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
