Cuéllar despide sus encierros con una carrera tranquila y sin complicaciones

El último encierro del ciclo cuellarano, con novillos de la ganadería de Yerbabuena, se celebró esta mañana de forma tranquila y sin apenas complicaciones. La salida de corrales se produjo con la manada compacta, aunque uno de los astados se dirigió hacia la zona izquierda, provocando instantes de miedo, pero continuó el camino junto a la manada. Tan sólo unos metros después los jinetes tuvieron el control de los astados y realizaron la primera parada, para después continuar de forma tranquila el trayecto y la incorporación del grueso de los caballistas, que se produjo a la altura de la Cañada de la Reina. Pocos minutos después, también en el pinar y con la manada compacta, se realizó un segundo descanso.

El paso de las Máquinas se realizó de forma tranquila y sin sobresaltos, al igual que el cruce de la carretera de Cantalejo, tras el cual se realizó un descanso en la zona de rastrojeras. La tónica de la tranquilidad continuó durante el trayecto por el campo, con dos paradas más, la última de ellas ya en lo alto del Embudo. A las 9:28 minutos los jinetes comenzaban su marcha hacia el Embudo, protagonizando un descenso tranquilo, aunque en la carrera dos de los novillos tomaron la delantera al resto de la manada e hicieron su entrada los primeros en el trayecto urbano.

A lo largo del mismo, con la manada algo disgregada, se pudieron ver bonitas carreras, aunque los novillos primeros imprimieron su rapidez, consiguiendo que los primeros astados entraran en el coso taurino tras un recorrido de apenas dos minutos.