La compraventa de viviendas se ha triplicado en diez años en Segovia

En la primera mitad del actual ejercicio, la provincia de Segovia acumulaba un total de 1.457 transacciones de viviendas, lo que arroja una media al mes de 242 operaciones de compraventa. Es una actividad que se acerca a la que se daba hace dieciocho años. En 2007, en el mismo intervalo de tiempo, hubo más movimiento. En los mismos seis meses rondaron las 1.600 adquisiciones. Eran los tiempos previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando el frenesí del ladrillo estaba aún en apogeo. En 2008, ya empezó el declive. De hecho, en el primer semestre de esa anualidad se oficializaron menos compraventas que en el del presente 2025.

Es una de conclusiones que se extraen del informe sobre transacciones que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma la fiebre por ser dueño de una casa. En cuanto el perfil, hay que hacer matizaciones. Desde que irrumpiera la pandemia del coronavirus, con los consiguientes ecos de la doble crisis sanitaria y económica que castigó con especial virulencia a la sociedad segoviana, los agentes inmobiliarios vienen dando cuenta de una tipología de compradores recientemente jubilados que se toman la adquisición de una vivienda como una inversión para sacar una rentabilidad a través del alquiler.

Además, cada vez son más los adquirentes extranjeros que se interesan por participar en las operaciones de compraventa de casas en la provincia. La oferta disponible es muy reducida a día de hoy, pero eso no ha supuesto un obstáculo para decenas de inversores foráneos, quienes ya copan el 10% de las transacciones realizadas a lo largo del último año, tres puntos porcentuales más que en la pandemia.

El mercado del arrendamiento en Segovia es una golosina con la demanda de la comunidad de estudiantes que cursan en IE University, que ha repercutido en el encarecimiento de las rentas. No solo su presencia ha influido en que los inquilinos tengan cada vez más complicado acceder a un piso en la capital porque el precio sobrepasa sus posibilidades, sino que también la pérdida de parqué de viviendas para alquilar ha contribuido a ese particular microcosmos inmobiliario segoviano.

Además de esos inversores que citan los profesionales del sector, la posesión en propiedad de un hogar -redefinido también tras la pandemia de la covid-19 y los meses de confinamientos y aislamientos- se ha convertido en un preciado activo social. La tendencia descendente que marca el Euríbor después de alcanzar su máximo en 2023, aunque con sus fluctuaciones, ha animado y empujado a más familias a llamar a la puerta de entidades financieras para solicitar un crédito hipotecario. Ahí están las estadísticas que recientemente ha hecho públicas el INE para corroborar el creciente interés de los segovianos por conseguir un crédito destinado a la compra de una vivienda.

En los primeros cinco primeros meses del presente curso, se han rubricado 1.612 contratos por un importe total superior a los 29,4 millones de euros, lo que supone triplicar el montante suscrito en hipotecas a lo largo del mismo periodo de tiempo que va de enero a mayo, pero de 2024.