El cierre de la Puerta Santa pone el final al Año Jubilar Henarense
Durante trece meses, El Henar ha sido centro de peregrinación cristiana, pero también de intensa actividad cultural
Tras trece meses en los que el Santuario de la Virgen del Henar se ha convertido en centro de peregrinación, ayer concluyó el Año Jubilar ... Henarense, una cita que comenzó el 8 de agosto de 2021 y que fue concedido por la Santa Sede coincidiendo con el cuarto centenario de la concesión pontificia de la fiesta de la Virgen del Henar.
El Santuario ha sido lugar de culto y devoción de la Virgen desde hace siglos. Muestra de ello fue la concesión pontificia de la fiesta de Nuestra Señora del Henar realizada por el papa Gregorio XV en un breve pontificio fechado el 9 de agosto de 1621. Este Año Jubilar ha supuesto la conmemoración de 400 años de celebración ininterrumpida honrando a la Madre de Dios en El Henar.
Un año en el que también ha coincidido el 50 aniversario de la Coronación canónica de la imagen, que tuvo lugar el 25 de junio de 1972, uno de los grandes eventos de las celebraciones de estos meses, donde no han faltado conferencias, exposiciones, conciertos, celebraciones y una peregrinación de la imagen de la Virgen por los pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra, llegando incluso a otros municipios que también tienen especial fervor por la Virgen.
Todo ello sin olvidarse de los jubileos especiales, que comenzaron con los seminaristas y concluyeron el domingo pasado con el de personas e instituciones que llevan el nombre de Henar. Entre medias han pasado por el Santuario distintas profesiones, como los resineros, de los que además la Virgen es patrona, sin olvidarse de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o el dedicado a la sanidad, la discapacidad o los catequistas.
Durante estos trece meses, el Santuario de la Virgen del Henar ha sido centro de peregrinación de toda la región y miles de personas han acudido a venerar a la imagen durante este tiempo, tal y como han hecho desde hace siglos, generación tras generación, multitud de peregrinos a honrar a la que se considera como la Reina de Castilla.
Tras este tiempo de intensa actividad, el Santuario acogió ayer el cierre de este Año Santo, un acto solemne que comenzó con una eucaristía en el interior del templo, presidida por el obispo de Segovia, César Franco, quien estuvo acompañado por más de una veintena de sacerdotes, entre los que se encontraban el diácono de la diócesis de Valladolid, el rector del Henar o el párroco de Cuéllar, además de otros de pueblos de las provincias de Segovia y Valladolid.
Entre los asistentes tampoco faltaron autoridades civiles, como la subdelegada del Gobierno, el presidente y vicepresidente de la Diputación provincial, la secretaria territorial y miembros del equipo de gobierno municipal. Además estaban invitados representantes de la cofradía de Nuestra Señora de la Peña, de Sepúlveda, y de la Virgen de la Fuencisla, de Segovia, ya que estas imágenes, junto con la del Henar, son las tres únicas coronadas canónicamente en la provincia. Junto con el grupo de danzas de Vallelado, fueron los encargados de realizar las ofrendas, en forma del pan y el vino y de flores para el altar.
También asistieron miembros de la parroquia de Santo Tomás y Santa Eulalia, que habitualmente acuden cada año al inicio de las novenas en honor a la Virgen, que se celebraba ayer, coincidiendo con el acto de clausura del Año Jubilar, cuya eucaristía fue cantada por la Agrupación Coral Cuellarana.
Homilía
Durante la homilía, el obispo quiso destacar cómo estos meses han supuesto todo un año de gracia, destacando actos cómo la peregrinación de la imagen por los pueblos «que la han acogido», así como las gracias que el señor ha concedido en este tiempo. La clausura también coincidió con el día de la Natividad de la Virgen, por lo que ensalzó su figura como la mejor valedora e intercesora, como la primera cristiana y la primera iglesia, destacando la festividad de su nacimiento como «el modelo perfecto de la iglesia, la que mejor se asemeja a Cristo».
Recordó que el pasado ha sido un año de «verdadera gracia, porque se ha renovado el modelo de cristiano», destacando que «ser cristiano no es fichar el domingo, es ser imagen de Cristo, la que tenemos grabada en el bautismo», animando a los presentes, que abarrotaron la iglesia, a vivir la identidad de su fe, y agradeciendo el trabajo desarrollado por muchos durante estos meses, a las instituciones y a todos los que han abierto sus puertas para que la imagen peregrina de la Virgen les visitara.
Además, el obispo, en nombre del Papa, dio la bendición con indulgencia plenaria a todos los asistentes, un don que miles de personas han recibido durante los últimos trece meses, pues se consigue a través del jubileo.
Tras la finalización de la eucaristía, el rector del Henar, Carlos García, entregó un detalle al obispo, como agradecimiento por «sus desvelos a lo largo de este Año Jubilar», así como las ayudas que desde el obispado se han ofrecido para las obras y mantenimiento del Santuario.
Acto seguido, las cientos de personas que llenaban el templo salieron al exterior para ser espectadores de los actos centrales de la jornada, que comenzaron con una pequeña procesión de los sacerdotes y el obispo por el interior del templo hasta la escalinata exterior, donde se situaron la mayoría, mientras el máximo responsable de la iglesia en Segovia se encargaba del solemne cierre de la Puerta Santa, dando así por concluido el Año Jubilar.
Seguidamente el grupo de danzas Bieldo, de Vallelado, amenizó el acto con sus bailes y ritmos tradicionales, creando un arco floral por el que pasó el rector con un cirio encendido, con el que se dirigió hasta la Fuente del Cirio, donde se depositó. Por último se cerró la puerta de este lugar simbólico, elegido puesto que la tradición transmitida por los mayores y las leyendas aseguran que la Madre de Dios se apareció a un pastorcillo. Fue en este lugar donde se descubrió la imagen de la Virgen, junto a un cirio encendido y brotando agua, dando así nombre a este lugar.
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