Una buena excusa para olvidarse de las calorías

Como manda la tradición, la matanza popular sirvió como encuentro social para muchos vecinos que quisieron degustar los mejores productos del cerdo junto a la cervecería St. Andrews, que desde las 11:30 horas de la mañana celebró este evento centenario. El olor del chorizo, la panceta, la morcilla, el secreto y las costillas levantó el apetito a todo aquel que pasó en algún momento de la mañana por la Avenida de la Constitución. Por eso cada vez había más cola ante los mostradores que instalaron en la terraza del establecimiento. Es la segunda edición de esta iniciativa tras el cambio de propietario del establecimiento, que ha continuado con la tradición del anterior, que la celebró durante doce años.

«Quisimos continuar porque está muy bien», explicó el propietario de la cervecería, Álvaro Alcón, quien ayer no dejaba de invitar a todos los curiosos que pasaban por la calle. Y no fueron pocos, porque la multitud se agolpó junto al pregonero, Juanjo Cid, quien explicaba a los asistentes que de esta manera «se honra a todas esas personas que se tenían que mantener con este animalito gruñón al cabo de todo el año».

Con el de la matanza de ayer, un cerdo de 150 kilos, se sirvieron entre 500 y 600 raciones durante el día. «Lo que queremos es que la gente se divierta y nos conozcan un poquito más», explicó Alcón. Desde luego que se divirtieron los asistentes, pues además de calmar el hambre y tomar una cerveza o una copa de vino con los amigos, disfrutaron con la música tradicional de la dulzaina y el tamboril. Todo el que probaba la comida quedaba satisfecho, aunque fue uno el plato estrella del día. «Hemos hecho una sopa con el caldo de la morcilla que, por lo visto, a la gente le ha encantado», señaló el propietario. Una decena de personas, junto a los dueños, se dedicaron a destazar, cocinar, atender y servir a los asistentes. También ayudó el tiempo, pues el sol dio un respiro entre tanto frío. «Yo hago un pacto, elijo un día al azar y siempre hace bueno», decía entre risas Alcón, que ayer recibió a los matanceros de honor o probadores de mérito.

Fueron cinco las personas elegidas como matanceros de honor o probadores de mérito: el candidato del PP a la Alcaldía de Segovia, Pablo Pérez Coronado; el hostelero José Luis Pascual; los párrocos de las iglesias de Santo Tomás y de la Virgen de la Fuencisla, Julio Alonso y Ángel Miguel Alonso, respectivamente, y el cantautor Carlos Pajares. Los encargados del destace fueron César Nieto, César Monterrubio, Diego Sombría, Luis Berzal y Féliz Hernando.