Barreras y desvíos de arroyos salvan el estanque del Mar de las cenizas del incendio de La Granja

Los helicópteros vuelven a sobrevolar la zona de la sierra de Guadarrama abrasada por el fuego este pasado agosto. Esta vez no es para apagar las llamas, sino para esparcir un mullido manto de paja de cereal sobre el suelo de la superficie quemada, en especial en aquellos entornos donde la pendiente es mayor, con el objetivo de impedir en la medida de lo posible la degradación y la erosión causadas por los arrastres de cenizas.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que este miércoles ha estado en Segovia en un acto sobre cambio climático organizado por Comisiones Obreras (CC OO), ha hecho hincapié en que el objetivo número uno en esta fase de las operaciones de limpieza y recuperación del monte es garantizar la calidad del agua que luego llega a los hogares del Real Sitio de San Ildefonso.

A este respecto, el alcalde del municipio, Samuel Alonso, asegura que el estanque del Mar, que abastece a los vecinos granjeños está salvo de la contaminación de los restos del incendio. Las barreras que se han construido desde el minuto uno tras sofocar las llamas, así como la labor coordinada entre los servicios municipales y Patrimonio Nacional para desviar los cauces de los arroyos Carneros y Morete cuando se ha detectado la amenaza de un vertido de ceniza, han mantenido hasta ahora a salvo el abastecimiento desde El Mar, asevera el regidor.

Alonso agrega que se hacen captaciones tanto por la mañana como por la tarde para comprobar la potabilidad del agua y de momento han sido negativos en cuanto a la presencia de elevadas concentraciones de elementos contaminantes procedentes de la superficie quemada. «Actualmente las mediciones están normales», afirma el alcalde. Asimismo, revela que ha habido tres ocasiones en las que se ha tenido que desviar el caudal de los arroyos que desembocan en El Mar.

Por su parte, el consejero ha vaticinado que la primera inversión de 250.000 euros realizada para sufragar las tareas de limpieza y reforestación se van a quedar cortos. «El coste va a ser muy superior y se van a tardar años» hasta que la zona se recupere.