El agua y las macrogranjas centran las preocupaciones de los ambientalistas

Así, en la presentación, las asociaciones en defensa de la naturaleza entregaron a los políticos un documento en el que se ponían de manifiesto sus principales preocupaciones sobre el medio ambiente y los retos a los que se enfrenta la región, donde no faltaban el lobo como especie protegida, la modificación de la ley de caza o el control biológico del topillo campesino.

Temas como el de las macrogranjas, un decreto de zonas vulnerables a nitratos de origen agrícola y ganadero, mayor representación de la sociedad civil en los consejos asesores de participación ciudadana, políticas forestales y agrarias, aves esteparias, residuos, recursos hídricos, y, por supuesto, el río Cega y sus amenazas (recarga del acuífero del Carracillo y embalse), aparecen también en este documento, que pretende ser un punto de partida de cara a la nueva composición del parlamento regional después de las elecciones del próximo mes de mayo.

El turno de debate político lo abrió José Sarrión, que apuntó que «el PP no tiene una alternativa de desarrollo en Castilla y León», señalando que su único plan es «convertirnos en un inmenso geriátrico». Realizó un repaso del trabajo de IU-Equo en el parlamento en estos años, contra las macrogranjas, del lado de los vecinos de Fuentepelayo contra la planta de compostaje, su apuesta por el transporte, contra la mina de uranio de Salamanca, o a favor de nuevos protocolos de extinción de incendios.

En representación de Equo, que este año cuenta con un escaño en coalición con IU (que ocupa Sarrión), acudió al acto Pepa Bueno, que apuntó la necesidad de que se defienda la ley y destacó el trabajo hecho desde su grupo que ha llevado hasta la Comisión Europea temas como el de las macrogranjas, que criticó por el enfoque que se utiliza ahora, «el de la explotación». Apuntó que son fábricas generadoras de contaminación y de purines, que «a día de hoy la Junta no ha sido capaz de establecer un catálogo para su depósito, contaminando acuíferos y agua».

José Ignacio Delgado, de Cs, defendió que «en la ecología y el medio ambiente participamos todos y no es bandera de nadie», señalando la necesidad de combinar el mantenimiento de población en el mundo rural. Apuntó su apuesta por aumentar las plantillas de brigadas forestales, su intención de compaginar el lobo con los ganaderos y agricultores, el control de insecticidas, garantizar por ley que las macrogranjas sean compatibles para pequeños rebaños o explotaciones ganaderas, que «cada vez son menos» y la necesidad de gestionar la caza como fuente de recursos.

La procuradora Natalia del Barrio, de Podemos, defendió la necesidad de separar el medio ambiente de fomento y sus iniciativas dirigidas a ello, además de varios ejes estratégicos en los que trabajar y en los que se han centrado sus propuestas de esta legislatura, como el agua, la minería, la política forestal o las macrogranjas.

José Luis Aceves, secretario provincial del PSOE, dijo que su grupo ha presentado en torno a un millar de iniciativas sobre medio ambiente en esta legislatura, «pero jamás se desarrollan, no se reglamenta», por lo que apostó por repasar algunas de las leyes que están obsoletas y crear otras como una de vías pecuarias.

El parlamentario del PP Óscar Reguera apuntó que su grupo cree mucho en la dignidad de las personas «y tratamos de cultivarla en el espacio medioambiental», y señaló la importancia del hombre como parte del ecosistema. Por eso abogó por fomentar el desarrollo 'ecocompatible' y sostenible de la actividad humana.