50 años sin la Prisión Central de Cuéllar

Estuvo ubicada en el castillo de la localidad desde 1938 hasta el 30 de julio de 1966. Este año se cumple medio siglo desde el cierre de la Prisión Central de Cuéllar. Dadas las condiciones de abandono y ruina en las que se encontraba la fortaleza, los primeros presos que llegaron fueron los encargados de realizar las obras para su adaptación como prisión. A su cargo quedaron trabajos como la colocación de rejas, la modificación de salas y la construcción de otras nuevas, con lo que el monumento más emblemático de la villa se convirtió en un castillo-prisión, en el que intentaron sobrevivir cientos de reclusos.

Con motivo del 50 aniversario del cierre, Izquierda Unida va a rendir homenaje a los represaliados del franquismo que fueron encarcelados allí durante la Guerra Civil y la dictadura «por la defensa de sus ideas democráticas». Para la coalición, «las cárceles franquistas y sus prisioneros siguen siendo una parte de nuestra historia muy desconocida y de la que apenas se habla en la España actual».

Para darle visibilidad, la asamblea de Izquierda Unida de la comarca, en colaboración con el Foro por la Memoria de Segovia, han organizado un programa de actividades, que incluye exposiciones, charlas y poesía. La primera iniciativa será acercar a la villa la exposición La dictadura de Franco. Cuarenta años de represión, en la que, mediante paneles explicativos, se muestran los diferentes mecanismos represivos y los represaliados por los mismos, desde el golpe de Estado de 1936 hasta el fin de la dictadura.

Hasta el 7 de agosto

La muestra se podrá visitar desde el 29 de julio hasta el 7 de agosto en el salón de actos de la Biblioteca Municipal Cronista Herrera, en horario de 19:30 a 21:30 horas. Para su inauguración, mañana viernes a las 20:30 horas, se contará con la presencia del historiador Santiago Vega Sombría. Las actividades continuarán el sábado con la ponencia que José Luis González Coronado ofrecerá sobre los prisioneros del Castillo de Cuéllar, que dará paso a los poemas de Luis Arranz, Beatriz Gómez y Luis Sanz Chanh. El lunes 1 de agosto, a las 21:30 horas, se proyectará el documental Ezkaba, la gran fuga de las cárceles franquistas.

Las proyecciones continuarán a lo largo de la semana. Así, el miércoles 3 se podrá visionar el documental La guerra ha terminado. Los niños de Guernica; y el viernes día 5, también a las 21:30 horas, Los campos del silencio. La programación concluirá el domingo 7 de agosto con la lectura de poesía que servirá para poner el punto y final a la exposición.

La asamblea de IU de la comarca cuellarana promueve también desde hace años la instalación de una escultura de homenaje a los represaliados del franquismo en el Castillo de Cuéllar, «ya que consideramos que todas las personas que lo visitan, turistas y locales, han de conocer que fue un lugar de represión, y, por tanto, además de las otras funciones que tiene, también ha de ser un lugar de memoria», apuntan.

Memoria, porque «hay una amnesia relativa a estos años tan traumáticos de la historia de España provocada por los 40 años de represión franquista», añaden los miembros de la coalición, que señalan también que en las escuelas «no se estudia hasta muy tarde el franquismo, con lo cual hay más de propaganda que de conocimiento en nuestra memoria sobre lo ocurrido durante estos años de nuestra historia».

El franquismo «consiguió que la gente asumiera sus mitos y leyendas y la gente se siente incómoda porque la verdad de lo ocurrido rompe la transmisión de la historia que le han hecho», subrayan.

Escultura

Fue a comienzo del año 2013 cuando IU Cuéllar promoció la instalación de una escultura que sirviera de reconocimiento a las personas que estuvieron encarceladas en el castillo de Cuéllar durante la Guerra Civil y la dictadura franquista por motivos ideológicos. Tras iniciar los trámites, se decidió que fuera una escultura con una leyenda que hiciera referencia a los represaliados del franquismo en el castillo, y se encargó al escultor cuellarano Dyango Velasco, para a continuación solicitar permiso para su instalación en el interior de la fortaleza, aunque finalmente se optó por su situación en el exterior.

Pasaron varios meses hasta que finalmente la Comisión Territorial de Patrimonio dio el visto bueno, en un proceso no exento de escollos. En marzo de 2014, el Ayuntamiento autoriza la cesión del terreno para la colocación de la escultura, pero no la leyenda «a los represaliados del franquismo que cumplieron pena en este castillo», por considerar que no era adecuada. En la Comisión informativa de Urbanismo, Patrimonio, Comercio, Industria y Turismo se propuso una nueva leyenda, algo que Izquierda Unida entendió como «un acto de censura», por lo que llevó el asunto a los tribunales. Primero al contencioso administrativo de Segovia, después al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León, y por último al Tribunal Constitucional, ante el que se presentó un recurso de amparo que no fue admitido a trámite.