Los radares del Alto del León estarán en dos curvas y señalizados

El jefe provincial de Tráfico de Segovia, Pedro Pastor, mantiene el discurso de que la instalación de radares no persigue ningún afán recaudatorio. La paulatina implantación de los sistemas de control «no esconde la intención de cargar de multas» a los conductores que circulan por las carreteras de la provincia, insiste el responsable. De hecho, su máxima es la de anticiparse a la fatalidad de un accidente, y medidas como el carné por puntos o la vigilancia de las calzadas más conflictivas mediante radares han contribuido al objetivo pretendido por la DGT de apelar a la sensibilización social, asegura Pastor.

Los conductores que aún recelan de las autoridades y que no aceptan ni pasan por el aro de las explicaciones del jefe provincial van a encontrar una nueva excusa para poner el grito en el cielo. Antes del verano está prevista la puesta en servicio de dos nuevos radares en la red viaria convencional. La localización será en el tramo del Alto del León, en la carretera nacional N-VI. Ambos medidores de la velocidad está todavía alguna prueba por hacer, como por ejemplo la meteorológica, antes de que los dispositivos estén listos y operativos, matiza el jefe provincial de Tráfico.

«No están para cazar»

Pedro Pastor se anticipa a las críticas de los detractores de este tipo de soluciones para velar por la seguridad vial y repite que los radares, tanto los nuevos del Alto del León como los que ya funcionan, «no están colocados para cazar a la gente». De hecho, explica que los cinemómetros que próximamente controlarán la velocidad de la circulación en dos curvas del citado paso montañoso estarán «debidamente señalizados, de manera que los conductores puedan verlos». No se trata de ocultarlos, incide el jefe de Tráfico, quien añade que las ubicaciones que se seleccionan no son producto del azar ni del capricho, sino de la detección de problemas en la seguridad vial. De ahí que en la toma de decisiones sobre la colocación de cinemómetros impere la prevención y no la sanción, concluye.

El Alto del León es un trazado conflictivo. Situado en el punto kilométrico 57 de la N-VI, mantiene una intensidad media diaria bastante elevada de circulación de vehículos, y en invierno las condiciones meteorológicas adversas se convierten en un factor serio de riesgo. En 2013 y 2005 este tramo fue incluido en la lista de la puntos negros De ahí la importancia de no pisar el acelerador más de lo permitido.

La próxima puesta en servicio de los dos nuevos radares en el Alto del León completará el dispositivo que Tráfico tiene habilitado en las carreteras segovianas y que vela por la seguridad en 38 tramos de 29 vías mediante seis sistemas fijos (dos de ellos en la A-1, y el resto en la N-110, N-VI, N-610 y AP-6); uno de tramo, también en la autopista a la altura de los túneles de Guadarrama, y los radares móviles.