«No tengo nada que hablar con Bankia», declara el presidente de la Diputación

El gesto serio y las respuestas cortas y cortantes dan fe de que Francisco Vázquez sigue disgustado con la anulación de la operación que pretendía salvar del concurso de acreedores a Segovia 21. El presidente de la Diputación Provincial no quiere darlo más vueltas. Dice querer pasar página, «el asunto lo doy por zanjado»; pero el estupor no ha desaparecido. Han pasado seis días desde que Bankia avisara con 24 horas, vía correo electrónico, de que se echaba atrás en la operación que habían tejido con la Corporación en las últimas semanas.

Una negativa a conceder el préstamo acordado previamente de 1,8 millones de euros que llegó sobre la bocina y que abocó a la sociedad mercantil, participada mayoritariamente por la Diputación, a recurrir a los tribunales y solicitar el proceso concursal. «Ahora todo está en otras manos», comenta Vázquez con resignación. «Está en manos de los jueces arbitrar otro tipo de medidas, y nosotros vamos a colaborar al 100% con la administración judicial». En cierto modo, la Corporación se siente «liberada de la carga del aval y en una situación de confort al estar intervenidos. Vamos a estar más arropados y tranquilos», esgrime Vázquez

El máximo responsable de la institución provincial trata de pasar el duelo por lo que pudo ser y al final no fue. Intenta que las aguas regresen a su cauce y retomar la normalidad en las relaciones con la entidad financiera. A su juicio, el desencuentro vivido «no tiene por qué afectar» a otros puentes de colaboración que tienen tendidos la institución provincial y el banco. Así lo desea Francisco Vázquez, quien con rotundidad y cierto tono de reproche asevera: «no tengo nada que hablar con Bankia».

Las colaboraciones entre ambas partes se han materializado en convenios que han permitido, por ejemplo, que el banco accediera a patrocinar el último trimestre del año pasado la programación del Juan Bravo, en especial la cartelera navideña y la decimoctava Muestra Provincial de Teatro Aficionado. Ese acuerdo, firmado a finales del pasado noviembre, también habilitaba la colaboración de Bankia con el Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma, uno de los más importantes que se conceden en el mundo en lengua castellana. El galardón otorga un primer premio y un accésit que patrocina directamente la entidad financiera.

Continuidad de las relaciones

Es solo un botón de muestra de los lazos que han estrechado la Corporación provincial y Bankia en los últimos tiempos. Otro ejemplo de esas colaboraciones fue la aportación económica comprometida por el banco con el que antes era el Patronato de Turismo de la Diputación de Segovia con el objetivo de dinamizar acciones de difusión, tales como el concurso de fotografía turística, la adquisición de vídeos promocionales o instalación de códigos QR en la provincia para facilitar información a los viajeros, entre otras.

Francisco Vázquez confía y asevera que las relaciones con Bankia «no se verán afectadas» por el desencuentro a raíz del préstamo no logrado para Segovia 21. Por su parte, los representantes de la entidad financiera no lo dicen con esas mismas palabras, pero en sus declaraciones apuntalan que su compromiso con la provincia «nunca ha estado duda». Esos convenios dan fe de ello, insiste la portavocía del banco.

Por concretar, a la cúpula de la Diputación le dolieron sobre todo los tiempos. O mejor dicho, «la ausencia de tiempo material para buscar soluciones alternativas». Según insiste en su relato de los hechos el máximo responsable del gobierno provincial, estaba todo más que listo y preparado cuando les cogió por sorpresa la comunicación del banco con la renuncia a la operación crediticia con Segovia 21 por «unas dificultades jurídicas».

A pesar de los argumentos y explicaciones facilitadas en el correo remitido por la asesoría de Bankia el miércoles pasado, a las 7:33 horas, Francisco Vázquez insiste en lo «incomprensible de un cambio de criterio» tan repentino.

Números y escrituras

Cuando el concurso de acreedores ya no tenía marcha atrás y el administrador de la sociedad, el abogado Javier de la Orden, ya presentó el jueves ante el juzgado la solicitud de la tutela judicial que deberá encarnar un administrador concursal, el presidente de la institución provincial desvelaba que en la misma tarde del martes, cuando el pleno corporativo aprobaba el aval de la Diputación, Bankia «estaba solicitando a Segovia 21 los números de cuenta de sus acreedores para hacer efectivos los pagos pendientes y paralizar con ello el inminente concurso de acreedores, y además se estaban realizando las escrituras necesarias en notaría para formalizar la póliza de crédito».

Ha transcurrido el fin de semana y Vázquez mantiene que «el banco nos podía haber avisado un mes antes», como declaró ayer. No en vano, la solución para evitar el concurso de acreedores, que luego fue abortada, vino de la mano de la propia Bankia en diciembre, ha desvelado el presidente. Durante las semanas siguientes, hasta mediados de enero, a lo que se dedicaron las partes implicadas fue a preparar el terreno para allanar el camino del crédito de 1,8 millones que libraría a Segovia 21 del proceso concursal y pergeñar la ingeniería avalística para definir y garantizar las exigencias a la sociedad mercantil.

Estaba atado y bien atado, reiteran fuentes de la Corporación, aún incrédulas por la marcha atrás dada por Bankia a un día de que expirar el plazo prorrogado del preconcurso de acreedores en el que estaba inmersa Segovia 21 desde septiembre. Por su parte, la entidad financiera se ratifica en que hubiera sido una irresponsabilidad seguir adelante con una operación que, según los servicios jurídicos de Bankia, incurría en una supuesta irregularidad al no haber sido notificada con antelación a la Unión Europea y, por consiguiente, no disponer del permiso pertinente.