Un nombre imborrable
Francisco García Borregón, fundador del mítico pub Vogue, deja el testigo a su hijo tras una vida entera dedicada a la hostelería
elena rubio
Martes, 2 de febrero 2016, 22:05
El próximo mes de abril cumplirá 65 años. Un cumpleaños que puede suponer un antes y un después para Francisco García Borregón que ha dedicado toda su vida al sector de la hostelería desde que comenzara a los 13 años. Cincuenta y dos años en los que ha visto cómo ha evolucionado este mundillo desde sus inicios en una taberna del cuartel de Aviación en Madrid pasando por el bar Zorrilla, Las Palmeras, el Restaurante Amado, el Pub Oasis, el Hotel Victoria, la Cafetería Orly o Ladreda 25, entre otros. Pero si García Borregón es conocido en Segovia por alguno de sus establecimientos ha sido por el mítico disco bar Vogue, abierto en 1980 en la calle Ochoa Ondátegui, un negocio que marcó una época en la ciudad, y que todavía hoy cientos de segovianos recuerdan. «A mi me siguen llamando Paco Vogue», asegura. Todas las semanas, de domingo a viernes, ofrecían un espectáculo por la noche, desde desfiles de modelos, pasando por espectáculos de café-teatro, transformistas, programas de radio o tertulias taurinas en las fiestas de San Juan y San Pedro. Un lugar que causó furor con su pista de baile y sus ofertas culturales donde «encajaba todo tipo de público mayores y jóvenes, teniendo en cuenta la edad», asegura García Borregón.
Por las noches, acudían un mínimo de cien personas al establecimiento donde muchos también disfrutaban de los cócteles que allí se preparaban ya que «en aquellos años, la forma de alternar era muy distinta a la actual». Unas bebidas preparadas tan conocidas como los San Franciscos o los propios del local, como los cócteles Javier, Cristina y Beatriz, referencia directa a los tres hijos de García Borregón.
De hecho, estos preparados no se le daban nada mal a este empresario teniendo en cuenta que «gané tres años el concurso del Monte Pío, fui ganador del campeonato nacional de coctelería en 1986 y quedé como quinto clasificado en el campeonato del mundo en Méjico con el cóctel Cristina». Pero García Borregón dejó este establecimiento a principios de los años 2000 y tiempo después el otro socio que regentaba el local lo cerró para siempre, dejando en la memoria un recuerdo imborrable para muchos segovianos.
Circunstancias de la vida, la ciudad ha vuelto a recuperar el nombre de este mítico establecimiento gracias a que el hijo de García Borregón, Javier, abrió la Cervecería Café Vogue en octubre del 2014, en la plaza de la Rubia, número 6. «Pensó que podría encajar recordar el nombre de Vogue, porque hay nombres de establecimientos que deberían de existir, los tenga quien los tenga, como por ejemplo, La Taurina o La Oficina, no se puede perder el nombre», destaca García Borregón.
Un guiño a este local que se recuerda en la placa del establecimiento Vogue, desde 1980, y en la imagen de marca de este local, que «sigue siendo la misma», la de una mujer montada en un pavo real. Algún cuadro del interior del establecimiento plasma también esta imagen que sirvió en los años 20 y 30 del siglo pasado para ilustrar diferentes portadas de la revista francesa Vogue.
Nuevo Vogue
Javier, a sus 37 años, ha abierto el nuevo Vogue con nuevos conceptos, muchos obtenidos de sus diferentes viajes. Estufas piramidales para calentar la terraza exterior, «con gran aceptación por todo el mundo», fiestas temáticas o la posibilidad de disfrutar de diferentes comidas en función de la hora del día hacen que cuente con público diverso, tanto de la ciudad como turistas.
Pero el nuevo Vogue también recupera parte de la esencia del mítico establecimiento ya que «en todas las épocas del año hacemos eventos continuamente, con conciertos en directo y con buena preparación de copas», explica este joven empresario. De hecho, son muchos los clientes que acuden a este nuevo local que aún atesoran objetos del otro establecimiento como posavasos o palos para remover los cócteles, los stir de Vogue, que «nos los traen aquí porque nos lo recuerdan todos los días», afirman padre e hijo.
El recuerdo del disco pub también se plasmó hace unos meses en el local nocturno Mandala, que también regenta Javier García, donde «se recopiló música de entonces y sus Djs».
Parece que Vogue tiene vida para rato en la ciudad. Mientras tanto, Francisco García Borregón continuará, al menos hasta abril, trabajando en su establecimiento el Saint Andrews pero con la posibilidad de contar a sus nietos, «uno que tengo y otro que está en camino», la historia de un establecimiento mítico, sus anécdotas como que «allí se han juntado muchas parejas», pero sobre todo, la ilusión de poder «seguir viviendo esos años del Vogue en la actualidad».