El PP envía a Gómez de la Serna al Grupo Mixto y sacrifica un escaño por Segovia

Estabilidad, confianza, credibilidad, fiabilidad... y más estabilidad. El Partido Popular vendió en la campaña electoral la calma y serenidad como la semilla y el agua para que arraigue el equilibrio del que ha de brotar la recuperación económica a cuya sombra cobijó la mayoría insuficiente obtenida en las últimas elecciones generales. Pero en la política dos más dos no son cuatro. Y los 123 escaños logrados en las urnas tampoco son sinónimo de que habrá 123 diputados sentados en la bancada del grupo parlamentario popular en la undécima legislatura de la democracia.

La dirección nacional del PP ha abierto de par en par la puerta del Grupo Mixto a Pedro Gómez de la Serna. Es lo que se deduce de la decisión adoptada ayer por el Comité nacional de Derechos y Garantías, presidido por el secretario general castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco. La propuesta de «no adscripción» del diputado electo por la circunscripción de Segovia está sobre la mesa. O más sencillo. El órgano interno del Partido Popular que vela por la ética y el buen hacer de sus militantes no quiere que Gómez de la Serna renueve su escaño con el PP por otros cuatro años más en una legislatura que además asoma por la Carrera de San Jerónimo harto convulsa.

La propuesta emanada ayer de la reunión del comité se puede tomar como una insinuación nada sutil que sugiere el veto para quien ya fuera retirado de la campaña electoral como número dos por Segovia al saltar a los focos informativos públicos el supuesto cobro de comisiones millonarias como conseguidor de contratos en el extranjero para empresas españolas.

Lo de ayer del comité nacional es un mero trámite en el protocolo de actuación, pero el objetivo es claro: si Pedro Gómez de la Serna se resiste a renunciar a su acta (como tiene toda la pinta), tendrá que pasar al Grupo Mixto. Aunque desde luego no será de forma voluntaria, como sí lo han hecho dos parlamentarios electos de Unión del Pueblo Navarro y uno de Foro Asturias.

Por lo tanto, hagan cuentas. Si se consuma el destierro de Gómez de la Serna, las huestes populares en el Congreso quedarán diezmadas en cuatro efectivos con respecto a los 123 que deparó el escrutinio de los sufragios emitidos el 20-D.

Esto es lo que tiene visos de suceder porque Pedro Gómez de la Serna no afloja en el pulso que mantiene con el Partido Popular y no deja su credencial, como le han pedido dirigentes de las siglas mayoritarias, aunque por otro lado ganada en las urnas. El grupo parlamentario quedaría reducido a 119 escaños. Los últimos movimientos del que fuera segundo nombre en la lista del PP por Segovia no hacen pensar que vaya a dar marcha atrás en esta especie de huida hacia adelante que ha emprendido.

El comunicado remitido por De la Serna desde su dirección de correo electrónico del Congreso, a las 22:27 horas del lunes, y del que se hizo eco El Norte de Castilla en su edición de ayer, dejaba bien claro que de recular, nada de nada.

El presidente del Partido Popular de Segovia, Francisco Vázquez, confirmaba a primera hora de la tarde de ayer que el Comité nacional de Derechos y Garantías había ratificado el expediente disciplinario que se abrió a Gómez de la Serna el pasado día 10, cuando aún era candidato. De esa reunión también ha salido la designación del que será el instructor que recabará la información necesaria para formular las conclusiones pertinentes sobre el caso del parlamentario electo.

El responsable es Francisco Molinero, diputado por Albacete y secretario primero de la Comisión de Justicia de la Cámara Baja.

Enfado segoviano

Abran ahora un paréntesis: Molinero y la número uno de la lista del PP segoviano a las Cortes generales, Beatriz Escudero, han compartido sesiones y trabajo en ese ente parlamentario de la que la segoviana ha sido vicepresidenta primera en la recta final de la legislatura. Cierren el paréntesis.

La parlamentaria ha sido muy dura con Pedro Gómez de la Serna, al que ha reprochado «no haber dado la cara» cuando empezó el goteo de pruebas e informaciones sobre sus actividades privadas y el supuesto cobro de comisiones millonarias. «No representa a ningún segoviano y tampoco lo merece porque no ha trabajado» durante la campaña, de la que fue retirado por el partido. «Legalmente será su acta, pero moralmente no la merece», ha reprobado Escudero en las últimas horas. En las filas del PP de Segovia han pasado de la estupefacción e incredulidad al enojo y la indignación. No hay relación ni comunicación con De la Serna, ni tampoco la quieren, como aseveraban responsables de la fuerza política.

El enfado es mayúsculo. El hecho de que el diputado electo se personara, a primera hora de la mañana de ayer, en la Carrera de San Jerónimo para entregar su credencial que le avala como parlamentario nacional elegido por los votos de los ciudadanos solo ha hecho que enfurecer más a los dirigentes segovianos. «Para empezar, no tenía que haber recogido el acta porque le corresponde al partido hacerlo», se explayaba ayer el presidente de los populares en la provincia, Francisco Vázquez.

«No haré un desprecio»

Cabe recordar que, el lunes por la mañana, un procurador llegado de Madrid y provisto con un poder notarial acudió a la Junta Electoral Provincial, en la Audiencia de Segovia, a recoger la credencial de De la Serna. Allí se produjo el fortuito y tenso encuentro entre la apoderada del partido en la provincia y el abogado enviado por Pedro Gómez de la Serna. «Si lo que quiere saber es si hubo insultos o reproches, no; estuvieron callados», relataba un testigo.

«Espero y deseo que no se siente en la bancada del Partido Popular, pero lo que debería de haber hecho hace tiempo es renunciar a su acta», insiste en su queja el líder del PP segoviano. Lejos de hacer caso a quienes fueron sus compañeros de campaña en 2011 y en esta última contienda electoral hasta que fue apartado, Pedro Gómez de la Serna procedió ayer a formalizar los trámites para poder acceder a escaño.

Ya lo dijo en su comunicado de la noche del lunes: «No coger el acta hubiera sido un desprecio a los ciudadanos de Segovia», a la par que confesaba ser víctima de «un linchamiento sin precedentes» a raíz de «un montaje mediático» construido sobre «documentos falsificados».

.