Cáritas de Segovia ya ha atendido este año a más de 3.000 personas en la provincia
La delegación diocesana ha realizado hasta noviembre 3.028 intervenciones sin contar las de las parroquias
Miguel Ángel López
Jueves, 17 de diciembre 2015, 06:43
Cáritas de Segovia cuenta ya con más de 350 voluntarios, 40 más que en 2014, y cada semana se incorporan tres o cuatro más. Este año ha aumentado el voluntariado y también «la generosidad de donantes y colaboradores». Su participación es imprescindible porque si no colaborasen de forma altruista con la ONG de la Iglesia «los técnicos y trabajadores de Cáritas difícilmente pueden llevar a cabo los proyectos», asegura Julio Alonso, delegado diocesano de la organización. La atención es ineludible y, según comenta la directora, Rosario Díez, llega a más de 3.000 personas en la provincia de Segovia; el economato, el ropero y los distintos programas en conjunto cerrarán el año con más de 3.200 acciones directas, pues este es el dato estimativo a finales de noviembre, cuando Cáritas contabilizó 3.028 intervenciones sin contar las realizadas en las parroquias.
Una nueva tienda de ropa en el antiguo ropero
-
Las obras en los locales de José Zorrilla 117 están casi terminadas. Las instalaciones del Economato y del Ropero están siendo acondicionadas para mejorar la atención a los usuarios y, en el segundo caso, dar mayor utilidad a las prendas de vestir que llegan a Cáritas. Rosario Díez indica que el proyecto para cambiar el ropero tradicional persigue «darlo una forma totalmente distinta y trabajar más con la ropa». Será «una tienda normal, con probadores, escaparate, precios, una tienda solidaria a disposición de toda la Diócesis, con acceso fácil en la primera planta e instalaciones dignas para el público y los voluntarios, más de treinta, porque antes el ropero no reunía condiciones».
-
Ha supuesto «un esfuerzo importante» para Cáritas, «una inversión fuerte en las obras», para que la tienda abra al público en la última semana de diciembre. Por supuesto, se abastecerá de la ropa que seguirá recogiendo la ONG, que «una vez higienizada y lavada estará a la venta para que, aportando una pequeña cantidad, la gente pueda llevarse la que necesita», comenta Díez.
-
Además, la actividad del Ropero continuará con talleres para enseñar a lavar, a coser y preparar la ropa, con una campaña de sensibilización para «un consumo de ropa responsable», y con un proyecto para dar una segunda utilidad a las prendas que no sean aptas porque no estén en buenas condiciones para hacer rellenos, colchones, extraer los hilos y recuperar las lanas, etcétera. Y el proyecto prevé incluso que la tienda esté atendida por una persona contratada, subraya la directora de Cáritas.
Julio Alonso subraya que «hay mucha gente que no sabe lo que hace Cáritas, su labor asistencial y de acompañamiento a las personas, y la de denuncia de la injusticia, el hambre, la pobreza y la exclusión, que es la más difícil». Quizá es cierto para el conjunto de la población segoviana, pero no para los beneficiarios directos de esa acción.
El Economato Social Virgen de la Fuencisla, el Ropero, el Centro Cultural Asiri son canales para prestar esta ayuda, y Cáritas los pone al día de forma periódica para llegar mejor a los beneficiarios; en esta dinámica está la renovación de las instalaciones de José Zorrilla 117: antes de que finalice el año, el Ropero funcionará como una tienda normal en la planta baja del edificio diocesano, con probadores, precios de la ropa que pondrá a la venta una vez higienizada y tratada y, a más largo plazo, con un proyecto para organizar talleres y aprovechar para otros usos la que no es utilizable, explica Díez.
Más españoles
Hasta diciembre, el Economato ha atendido a 667 personas que han podido adquirir alimentos a precios asequibles; han sido 165 familias, con una media de cuatro personas de media, y la novedad es que «han aumentado las españolas, que son 79», el 76% de la capital y el resto de la provincia, señala la directora de Cáritas; las demás son de otras nacionalidades, de Marruecos, Rumania, Bulgaria, Polonia y Centroamérica. Este verano, comenta Díez, «la atención se ralentizó, pero volvió a aumentar a partir de septiembre y octubre».
También ha descendido algo el número de transeúntes (213 el año pasado), que Cáritas atiende con el programa que tiene como lema Porque es posible, nadie sin hogar. Desde enero ha dado cobertura a 169 personas (154 hombres y 15 mujeres) que viven en esta situación de desprotección social, a las que ha dado alojamiento, alimentación en coordinación con el comedor social y otras ayudas relacionadas con la salud o la documentación.
El servicio de asesoría jurídica ha realizado hasta ahora 586 intervenciones, más o menos igual que en 2014, demandadas de forma mayoritaria por españoles y sobre todo por mujeres.
Y el Centro Cultural Asiri de la calle Riaza ha sido reorganizado al cumplir su octavo aniversario para mantener su actividad como punto de encuentro de las diversas nacionalidades que conviven en Segovia y ofrecer formación a través de cursos encaminados a la inserción laboral: de informática, inglés, español, jardinería, poda, floristería, pintura de interiores, servicio doméstico, de ayuda a domicilio, costura, manualidades, cocina popular española o ayudante de cocina. Los 316 participantes que han seguido estos cursos (más de uno en ocasiones) podrán así «acceder más fácilmente a un puesto de trabajo», señala Díez.
Mayores e infancia
El programa de mayores, que tiene como complemento el que realizan las parroquias, se centra en las residencias de Cáritas, las de El Sotillo, Sepúlveda y Cuéllar. En esta, que tiene 49 plazas, la Diócesis de Segovia ha realizado una inversión de 1,9 millones de euros para atender también a las personas dependientes. Y en cuanto a los programas dedicados a la infancia, Rosario Díez destaca que han prestado atención a más de 200 chavales.
