«El festejo popular ha sido fundamental en estos momentos de crisis»

Una ganadería legendaria, la de Barcial, con un encaste digno de conservar, está ahora en manos de Jesús Cobaleda, quién hace unos días participó en las Jornadas Taurinas de la Peña El Encierro, dando a conocer algunas de las características de su ganado. Cobaleda comenzó por la historia de la ganadería, desde sus inicios en 1910, cuando José Vega juntó vacas de Veragua con sementales de Santa Coloma; de ellos nacieron los afamados patas blancas, con los que consiguieron unos toros que también llamaban la atención por el pelaje. Pero José Vega no llegó a ver lidiado un solo producto de su invento, ya que antes de cuatro años se vio obligado a venderlo.

Desde entonces, desde 1914, estos toros han dado grandes satisfacciones a sus propietarios y a la afición. Destaca un festejo en el año 1943, en el que se cortaron todas las orejas, los rabos y tres patas de las reses, en lo que se denominó la corrida del siglo. De esas ya no se ven, y con la ganadería de Barcial es muy complicado, ya que, según aseguró el propietario, en la actualidad en Francia tienen más actividad que en España, a pesar de los problemas para sacar las reses del país.

Y es en Francia donde parece ser que se están marcando las diferencias en el toreo. Para Cobaleda ,en el país galo se cuida todo mucho más, son más puristas desde el momento en que compran los toros hasta la lidia: «Da gusto ver plazas llenas, y el respeto y silencio, además de cuidar mucho el tercio de varas. A nosotros nos gusta más la fiesta y los franceses van a la plaza a aprender».

En la actualidad, Cobaleda cuenta con una camada muy reducida, debido a la crisis y la consanguinidad. La de Barcial es una ganadería que, como muchas otras, ha sido en parte salvada por el festejo popular, «fundamental en estos tiempos de crisis», aunque también da algunas novilladas.

De hecho, de los toros de Barcial apenas llega alguno a los cuatro años. «No nos interesa. Lo vamos sacando todo. El año pasado incluso de erales, y salen muy buenos», apuntó Cobaleda, quien también explicó que en las fincas de La Torre y Barcial el ganado se mueve de la forma tradicional, con caballos y bueyes. Hasta hace unos años incluso se hacía el traslado de la finca de La Matilla, donde tienen las vacas madre, por las cañadas, también con animales; pero esa conducción ya no ocurre.

Afición y tradición

La selección también se hacía por la sangre. Los machos no se tentaban y se escogían por sus antepasados. Hoy en día, y debido al exterminio de familias completas de vacas, es muy difícil esta selección, por lo que tientan. Una de las peculiaridades de su ganadería, según explicó Cobaleda, es que se tientan vacas muy grandes, con más de cuatro y cinco años, que en ocasiones «embisten como un toro».

Las vacas también han sufrido la crisis y hoy la ganadería de Barcial cuenta con unas 140 cabezas, menos de la mitad de las más de 300 que tuvo. Aunque su intención es ir creciendo, el titular de la ganadería apuntó que mucho depende de Europa. «Si nos quitan la subvención de las vacas, subirá el precio», señaló, y destacó que con el tiempo también desaparecerán ganaderías. Y al respecto recordó que el precio del ganado ha estado muy bajo y que, aunque está aumentando, todavía no se acerca a su valor real.

Cobaleda mantiene la ganadería, pero más por afición y tradición. «Creemos en este tipo de toro en el que han creído nuestros antepasados. Llevamos casi 90 años con él y lo mantenemos por tradición». Respecto al futuro, apuntó que Barcial continuará si sigue teniendo un hueco en el mercado, si sigue pudiendo llevar el ganado a Francia y continuar sacando el producto como hasta ahora.

La Peña El Encierro continuará su ciclo de Jornadas el próximo viernes con un tema de total actualidad: el protocolo de actuación en el encierro de Cuéllar y su necesidad. En esta conferencia intervendrán representantes de grupos municipales, colectivos y asociaciones cuellaranas. Será en las salas del palacio de Pedro I a las 20:45 horas.