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Los miembros de la XIV promoción de suboficiales, en el Patio de la Orden de la Academia de Artillería.

La forja del artillero

La XIV promoción de suboficiales comparte con los actuales alumnos de la Academia la celebración de sus bodas de plata

el norte

Domingo, 18 de octubre 2015, 17:13

Sus recuerdos son un valioso legado para los estudiantes presentes ayer en el Patio de la Orden. Han pasado poco más de 27 años desde que los miembros de la XIV promoción se presentaron en el Acuartelamiento Los Leones para iniciar su camino como suboficiales de la Artillería Española. Aquel primer desfile por las calles de Segovia hacia el Alcázar, donde el general director impartía la primera clase, marcó el inicio de un camino que suma ya un cuarto de siglo. «Su promoción ha pasado por todos los cambios que han afectado a nuestras Fuerzas Armadas, en ningún momento han perdido los valores y virtudes que aprendieron en esta casa y han sabido adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes de nuestra profesión», les dijo ayer el director de la Academia, el coronel Javier Alonso Bermejo. «Con su presencia, con la intención que les acompaña, están dando una maravillosa lección a los alumnos que forman hoy aquí», añadió.

Un fuerte vínculo

En el mismo patio que les vio nacer como sargentos de la Artillería un 21 de diciembre de 1989, los miembros de la XIV promoción renovaron su vínculo con la Academia, «que va más allá del simple recuerdo», e hicieron balance del camino recorrido en este cuarto de siglo. «El caminar como artillero, vocacional en su fin, es apasionante, vibrante e ilusionante. Pertenecemos a un Arma muy técnica, especializada y en constante evolución», lo que les obliga e impulsa «a estar actualizados, mejor formados y dominar el empleo de nuevos sistemas de armas. La satisfacción obtenida una vez adquiridos los conocimientos y ver el resultado en su aplicación, resulta gratificante», señalaron los suboficiales en el discurso conmemorativo de sus bodas de plata.

La senda recorrida, recordaron, «no está exenta de cruces, de desilusiones. Tiene un alto contenido de entrega personal y de servicio a los demás. Este caminar nos demanda en este momento, a compañeros nuestros, estar desplegados en Turquía, Somalia, Líbano; en territorio nacional, participando en ejercicios multinacionales o recibiendo formación continua, más especializada y estar comisionados en lugares distantes de las familias», a las que agradecieron «sus desvelos, angustias, sacrificios y entregas». También tuvieron palabras los experimentados artilleros para los actuales alumnos alumnos, a los que desearon «un futuro ilusionante, esperanzador y con afán de superación. Juntos, vivid vuestros encuentros fraternalmente, de compañero a compañero».

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