El cambio de recorrido en el pinar perjudicó el encierro

Más de una semana después de la conclusión de las fiestas de la localidad, el resultado de los encierros de la localidad sigue dando mucho que hablar entre los vecinos y aficionados. Para realizar un análisis más exhaustivo de la situación y buscar soluciones a los problemas, la peña taurina El Encierro ha celebrado una nueva edición de su Foro de los Encierros, en el que se han puesto de manifiesto algunas de las causas que han podido llevar a que este año el resultado de las carreras haya sido uno de los peores que se recuerdan, entre las que se ha destacado, como uno de los puntos clave, el cambio del recorrido por el pinar.

Para tratar de evaluar los encierros se contó con Ainhoa Iglesias, presidenta de la Asociación Cuellarana Amigos del Caballo; Luis Ángel García, presidente de la Entidad de Recreación y Promoción A Caballo y Gustavo Cobos, vicepresidente de la peña taurina El Encierro, organizadora de la cita, a la que también se había invitado a asistir a la Asociación Encierros de Cuéllar y al Ayuntamiento de la villa, que excusaron su ausencia.

Durante las intervenciones se pusieron de manifiesto varios problemas. Para Ainhoa Iglesias, el de base es la falta de un ganado adecuado para el encierro, teniendo en cuenta que a Cuéllar se le conoce por estas carreras, por lo que debería dar igual qué figura o no toreará la res por la tarde en la plaza. La presidenta de Amigos del Caballo también puso de manifiesto que el recorrido por el campo es muy complicado, especialmente en la zona del pinar, donde siempre ha habido dificultades, a las que se han sumado las de este año, con el cambio de recorridos, por lo que se ha estrechado y limitado el camino por el que pasar, lo que ha supuesto un problema añadido al encierro.

También señaló la necesidad de limitar el número de caballos, al menos en el tramo del pinar, donde este año apenas cabían los jinetes. Y, ante las críticas que siempre surgen hacia el colectivo, salió en su defensa alabando la labor y manifestando que todos quieren que el encierro entre en las calles. Recordó la labor de un jinete que evitó que el lunes los toros entrasen a las 8:30 horas a las calles, es decir, una hora antes de lo previsto.

Elección tardía del ganado

En la evaluación de la peña taurina El Encierro, su vicepresidente destacó una elección del ganado tardía, además de estar de acuerdo en que hay que pensar más en el encierro y no en la plaza, destacando que Cuéllar tiene que elegir los toros que deben correr en sus calles y no los que se lidiarán después en la plaza.

A ello sumó un tema que este año puede haber sido una de las claves: el mal funcionamiento de los bueyes. También señaló como problemas la masificación de caballos y vehículos y manifestó que los astados se tienen que parar en el pinar, ya que si realizan todo el trayecto corriendo, el espectáculo no llega a las calles, donde se sitúan en torno a 20.000 espectadores para disfrutar del encierro.

Por su parte, Luis Ángel García también defendió a los jinetes y su misión, que no es otra que conducir el ganado y que este llegue en buenas condiciones a las calles. Dijo que el ciclo de este año ha sido un punto de inflexión, por un cúmulo de eventos ocurridos y reveló la necesidad tan demandada de que las asociaciones participen en la preparación de la fiesta.

Realizó varias reflexiones, como la importancia del nuevo recorrido por el pinar y no poder pasar por el claro que se utilizaba como descansadero, que ha supuesto una imposibilidad de detener la manada en el pinar, y que los astados hayan realizado grandes carreras hasta el campo, acusando también ese cansancio. Sobre las innovaciones realizadas este año, destacó que se ha demostrado que daba igual golpear la puerta de los corrales, y que la eliminación de una de las talanqueras del Embudo no ha disuadido al público de acudir hasta esa zona a disfrutar del espectáculo, con el consiguiente peligro.

Necesidad de un protocolo

Las asociaciones pusieron de relieve la necesidad de unas bases para recuperar la imagen del encierro y se tendió la mano al Ayuntamiento para colaborar en todo lo necesario, comenzando por la selección del ganado, un trabajo que debería ser compartido entre el director de campo, el Consistorio y las asociaciones y volvió a surgir la necesidad de crear un protocolo de actuación para determinados casos, aunque no todos queden recogidos. Todos estuvieron también de acuerdo en que el espectáculo tiene que estar en la calle y que los animales tienen que dar un paseo por el campo, lo que para algunos es la clave del mal resultado de este año.

Y es que el cambio de recorrido por el pinar, para evitar una propiedad privada, ha supuesto uno de los principales problemas a la hora de detener el ganado. El propietario del claro donde antes se paraba a los animales también asistió al acto y señaló que no es cierto que estuviera prohibido acceder a la zona, sino que éste acceso quedaba limitado a una veintena de caballistas en el caso de que los toros entraran.

Una respuesta que no fue muy bien acogida entre los jinetes, que recordaron la imposibilidad de entrar en esa zona del pinar, ya que el propietario había instalado una cinta delimitando todo el pinar, desde los corrales hasta la Cañada, por lo que se pidió al propietario que no decorara la prohibición con palabras. Entre el público surgió la idea de cambiar el recorrido por el pinar, e incluso un cambio de ubicación de los corrales.

Durante el debate, los asistentes pusieron sobre la mesa otras cuestiones, como el exceso de caballistas, y recordaron las limitaciones de la ordenanza; cómo la falta de denuncias hace que éste documento se incumpla en reiteradas ocasiones; se puso en entredicho la labor de los pastores, que resultó negativa para muchos corredores; e incluso la figura de aquellos que se sitúan en la puerta de los corrales, clave de que el ganado salga descontrolado.