Cuéllar cierra sus fiestas con un encierro complicado que arrojó tres heridos
Un buey se plantó en la calle con síntomas de cansancio y llegó a la plaza media hora después
mónica rico
Viernes, 4 de septiembre 2015, 10:55
Un encierro como los de Cuéllar. Así calificaban ayer la mayoría de aficionados la carrera vivida en las calles de la localidad, después de un ciclo especialmente complicado. El de ayer, después de complicaciones en el campo y buenas carreras en las calles, tuvo como protagonista a uno de los bueyes, que, agotado por el esfuerzo, se paró al final de la calle Resina, consiguiendo finalmente ser conducido hasta la plaza, aunque casi media hora después del ingreso de las reses bravas.
Un ciclo raro
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la opinión del corredor iván martín
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Suelo correr el encierro de Cuéllar en el último tramo de Las Parras y el primer tramo de los Paseos, aunque este año como vienen los toros en estas condiciones pues he llegado hasta el final, hasta la plaza, porque vienen andando prácticamente. Aunque yo todos los días, más o menos, he podido coger toro. Si que es verdad que los toros no vienen como nos gustaría que vinieran, pero yo me amoldo a las condiciones de los toros y todos los días he podido correr algo delante de los toros.
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Respecto al ciclo de este año ha sido raro, esa es la palabra. Los cinco días han sido raros, dos días con peligro que han sido el domingo y hoy, con encierros peligrosos, con los toros buscando, con fuerza, con poder y con pies, rápidos y como norma general raro y difícil, porque a ninguno nos gusta correr los toros así. Son unos encierros muy difíciles en los que los toros, cuando se quedan, están todo el tiempo pendientes del vallado y así es muy difícil correr los toros.
El traslado por el campo comenzó con un susto, pues en la salida de los corrales un toro abrió la carrera, dirigiéndose hacia la parte derecha, donde se habitualmente se sitúa numeroso público, aunque finalmente, no llegó a la zona donde se encontraban loso vehículos y él mismo continuó la carrera con el resto de la manada.
En la zona del pinar, los jinetes consiguieron hacerse con la manada y pararla, a excepción de uno de los novillos, que emprendió en solitario la carrera hacia Las Máquinas, siendo posteriormente reconducido al camino de Las Hontanillas. Unos quince minutos después cruzaba el paso y la carretera el resto de la manada. Tanto en el pinar como en el campo se han tenido que mover los bueyes en varias ocasiones para reunir a la manada, lo que contribuyó al cansancio de los mansos que se vio posteriormente en las calles.
En el descansadero de la zona anterior al Embudo la manada llegó íntegra, sin embargo, el descenso se realizó con unos diez minutos de antelación sobre la hora prevista. En esta ocasión el ganado ha sido el protagonista, junto con los mozos, de buenas carreras, desde la misma avenida Camilo José Cela hasta la plaza, hasta donde la manada llegó disgregada.
Casi desde el inicio un novillo se adelantó a la manada, continuando así el resto del encierro. A la altura de la plaza de Los Coches, tres astados resbalaron en distintos puntos y cayeron al suelo, aunque se levantaron de forma rápida, para continuar la carrera. Una vez que estaba el encierro concluido, uno de los mansos, que había quedado rezagado en el campo, fue conducido hacia el recorrido urbano, entrando varios minutos después que el resto de la manada. Al final de la calle Resina cayó al suelo, dando muestras de gran cansancio y escasez de fuerzas. Los corredores arriesgaron ayudando al buey a sentarse, y, tras unos minutos, ya con algo de fuerza, se levantó para continuar su camino, aunque de forma lenta y causando escenas de peligro.
La peor de ellas se produjo en la puerta de cierre de San Francisco, arremetiendo contra un hombre de 72 años de edad que recibió un fuerte golpe y que fue atendido por los servicios sanitarios rápidamente y trasladado hasta la enfermería de la plaza de toros de la villa, donde el cirujano jefe, Pablo Vázquez, le trató de varias erosiones y una herida en el cuero cabelludo que requirió sutura. Además ayer, en la enfermería del coso se atendió a otros dos heridos: un cuellarano de 49 años de edad, alcanzado por uno de los novillos en la calle Resina, con una cornada pequeña envainada en el muslo, que fue curada, y de la que se recupera en su casa; y un corredor madrileño de 32 años que, tras el golpe de la testuz de un astado en San Francisco, sufrió un traumatismo craneoencefálico y una herida que fue suturada. En este caso fue derivado al Hospital General de Segovia para su estudio.
Tanto el público como las asociaciones han criticado que se metiera el buey una vez que el encierro completo estaba en las calles, debido a las situaciones de peligro que ha ocasionado, y más, teniendo en cuenta, que se vivieron momentos de confusión y en algunos puntos del recorrido incluso se había comenzado a levantar las talanqueras y a abrir puertas para dejar paso a los vehículos y caballos.
Luces y sombras
Con el quinto de los encierros se cerraba el ciclo de Cuéllar, momento de balances. Desde la Asociación Encierros de Cuéllar, en su resumen anual, destacan cuestiones positivas y que han funcionado bien, como los servicios sanitarios, el baile de rueda, la infraestructura municipal en la salida de corrales y al paso de la carretera de Cantalejo y la elección de algunas ganaderías que aportaron muy buenos ejemplares al encierro.
También apuntan cuestiones que no han funcionado, como el traslado del ganado por el campo en todos sus aspectos. Vuelven a insistir en la falta de protocolo para la toma de decisiones en cada momento y la falta de coordinación de los servicios y responsables municipales. También señalan que los pastores siguen pegando al ganado con varas, lo que en Cuéllar se acabó hace años, y que los bueyes en el recorrido urbano han estado sin control.
En definitiva señalan que se ha tratado de un muy mal año de encierros y esperan más diálogo entre la organización municipal y el resto de asociaciones locales.
Para la peña El Encierro, el resultado es muy negativo para el prestigio de los encierros, y apuntan que desde hoy, «con la cabeza fría» se debería analizar por qué han pasado distintas cuestiones del ciclo y animan a iniciar un camino que pueda borrar en un futuro lo que ha pasado este año, aunque aseguran que no va a ser fácil, debido a todo lo que se ha hablado este año a nivel nacional «porque las imágenes que han recorrido el mundo son más elocuentes que cualquier explicación».
Finalmente informan que el viernes 11 de septiembre se celebrará, como cada año, el Foro de Debate Encierros de Cuéllar. En cuanto al balance del conjunto de festejos de la enfermería, el cirujano Pablo Vázquez explicó que no podía ser bueno, por el fallecido en el encierro del domingo 30 de agosto, aunque apuntó que de no ser por ese hecho sí lo sería, ya que ha sido tranquilo, con pocos heridos, siendo el más importante el que fue alcanzado por la vaquilla escapada del encierro de promoción del lunes, quien evoluciona favorablemente y continúa su curación en su domicilio.