Denuncian el abandono de una veintena de caballos y burros en la Cañada Real Soriana
La alcaldesa de La Losa teme que puedan transmitir enfermedades a la ganadería de la zona o provocar accidentes en la carretera N-603
diana gil
Viernes, 7 de agosto 2015, 13:56
Desde hace aproximadamente tres semanas casi una veintena de burros y caballos se encuentran abandonados en la Cañada Real Soriana Occidental, en el término de La Losa. La alcaldesa, Mercedes Otero, advierte de que los animales se están desplazando hacia los cascos urbanos de esta localidad y de Ortigosa del Monte.
Otero lamenta la falta de respuesta hasta la fecha, pese a haber dado aviso tanto al Servicio Territorial de Medio Ambiente como a la Guardia Civil de Navas de Riofrío y al Seprona «con el fin de evitar que los animales campen sin control alguno, y haya posibles consecuencias de transmisión de enfermedades a la ganadería de la zona, así como que puedan causar accidentes de tráfico en la N-603 y en las carreteras conarcales. A día de hoy «ninguna administración ha actuado conveniente y eficazmente, y hasta donde este Ayuntamiento conoce ni ha puesto denuncia al propietario, lo cual contrasta con la rapidez con que se suele denunciar a los ganaderos de los pueblos cuando se les escapa una vaca de las fincas», señala la alcaldesa. Si bien reconoce que «es un tema que compete al Ayuntamiento», Otero considera que «no se puede dejar la responsabilidad del asunto en manos de un pequeño municipio, en el que los recursos para la atención de este tipo de situaciones son limitados». Según explica, los primeros días estos animales estaban «en malas condiciones», desnutridos, pero desde su llegada a la cañada se han alimentado y han recuperado «un aspecto más saludable».
Por el momento no se sabe a ciencia cierta a quién pertenecen estos animales, puesto que el Seprona no ha procedido a la identificación de los animales. Sin embargo, el Ayuntamiento y la Guardia Civil han realizado una denuncia conjunta contra la persona a la que consideran propietaria de estos animales y que «no es del pueblo», explica Otero.