La Junta controlará las visitas al Parque de Guadarrama para evitar masificaciones
Castilla y León primará la calidad en su oferta para no sufrir «la presión que tiene Madrid»
César Blanco Elipe
Miércoles, 3 de junio 2015, 11:57
Justo unos días después de que unos alumnos de la Universidad de Valladolid lanzaran la campaña #esdeguadarrama para dejar claro que Madrid no tiene la exclusividad territorial de la sierra, la comisión de coordinación del Parque Nacional se reunió ayer para hacer un repaso a lo que se ha hecho en el último año. Pura casualidad, pero no deja de ser curioso cómo cada vertiente defiende, gestiona y explota lo suyo como mejor sabe y puede, aunque el proyecto de espacio protegido sea común a las dos comunidades autónomas.
En esa mesa convocada en la capital de España ya que Madrid ostenta la presidencia del ente rector durante los primeros dos años de la declaración están representados los Ejecutivos de Madrid y de Castilla y León, así como el organismo autónomo Parques Nacionales. Una vez pasada revista a los integrantes de la comisión, toca enumerar los avances llevados a cabo en este primer año de gestión.
El Plan Rector de Uso y Gestión estará redactado a finales de año
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La gestión del Parque Nacional de Cumbres Sierra de Guadarrama necesita una hoja de ruta que le diga por dónde ha de encaminar sus pasos. Esa pauta indispensable la constituye el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG). El análisis al seguimiento de este documento fue uno de los puntos tratados por Castilla y León y Madrid, junto al organismo autónomo Parques Nacionales, durante la comisión de coordinación de ayer. La relevancia del plan es formidable. «Va a marcar las actuaciones a llevar a cabo en los próximos seis u ocho años», explica el director general de Medio Natural de la Junta. José Ángel Arranz añade la importancia de disponer de un documento a través del cual se puedan «consolidar un programa de usos públicos que responda a las inquietudes de todos los pueblos» integrados en el espacio de protección. A modo de ejemplo, el responsable castellano y leonés cita la aportación que pueden llevar a cabo los municipios sobre las localizaciones más pintorescas o emblemáticas de cada paraje para luego diseñar rutas para senderistas.
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El PRUG se antoja un instrumento básico para la gestión, protección y conservación de los valores del espacio mediante el adecuado uso y regulación de sus recursos, con el fin de garantizar un aprovechamiento sostenido en armonía con el desarrollo de las poblaciones que lo habitan. El plan ahora está incompleto, matiza el director regional de Medio Natural. Falta la definición de los lugares más idóneos o la ubicación de más puntos de visitantes. José Ángel Arranz apela, sin decirlo expresamente, a la necesidad de contar con el máximo consenso posible en torno al contenido del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Guadarrama. Es lógico. La hoja de ruta pretende «incorporar las inquietudes de los vecinos, ganaderos y todos aquellos sectores implicados». Solo así tendrá la suficiente legitimidad.
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El PRUG ya ha sido sometido a unos estudios previos. A lo largo de los próximos meses, la previsión que maneja la Junta de Castilla y León es de agilizar el proceso divulgativo con una serie de encuentros con las partes sobre las que pueda tener incidencia. José Ángel Arranz se muestra confiado en que la redacción esté concluida a finales de año; luego tocará cubrir más trámites administrativos para, precisamente, añadir las propuestas de los diferentes sectores.
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La utilización pública del espacio y el mantenimiento del Parque Nacional articulan la hoja de ruta. El representante de la Administración autonómica admite que los vecinos madrileños lo tienen más complicado a la hora de planificar la gestión por la elevada presión de visitantes que soporta esa vertiente serrana.
El director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León cita como botón de muestra la extensión de la señalización para indicar los accesos al Parque Nacional de Cumbres Sierra de Guadarrama, que así se llama en su génesis. La información está ya presente en casi todas las vías estatales, autonómicas y locales «para orientar sobre los puntos de atención a los visitantes», esboza José Ángel Arranz, quien representó ayer al Gobierno regional en el encuentro de la comisión de coordinación.
La logística es clave en el desarrollo de la gestión del espacio, pero aún lo es más el programa de usos públicos. Arranz coloca el foco de atención en este ámbito de actuación. El objetivo es que la explotación de los enclaves más emblemáticos del Parque Nacional deba conjugarse y armonizarse con la legislación vigente y con el espíritu conservacionista que inspiró el amparo de las 33.960 hectáreas de la sierra de Guadarrama cobijadas bajo esta figura de protección.
«A un ritmo acompasado»
De momento, Madrid heredó y trasladó al Parque Nacional itinerarios como el de Peñalara o el del Alto de Manzanares, que cuentan por miles sus visitantes. Algo parecido le ocurre a Castilla y León, que antes de la declaración ya disfrutaba del éxito cosechado con los programas de rutas guiadas como las que se localizan en el entorno de Valsaín y que ahora aprovecha para sumarlas a la oferta de usos públicos del Parque Nacional, recuerda Arranz.
Ambas comunidades deben caminar de la mano en la gestión del espacio compartido y protegido, aunque cada una disponga de un legado serrano. Por eso, el director general de Medio Natural de la Junta ve necesario «homogeneizar y otorgar un ritmo acompasado a las dos vertientes» en lo que respecta a la organización de esos usos públicos.
En ese repaso a lo hecho y a lo que debe hacer el patronato que rige los designios del Parque Nacional, constituido hace ahora un año, José Ángel Arranz no olvida el «seguimiento a las especies» que habitan en la zona. La preservación de los hábitats, de la flora y de la fauna es un labor conjunta asumida por las dos comunidades autónomas.
La comisión de coordinación celebrada ayer no dejó pasar la ocasión de analizar el seguimiento del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), un documento «clave» que marcará las directrices o el camino que se deberá seguir a la hora de gestionar el Parque Nacional. El representante castellano y leonés subraya que esta hoja de ruta determinará, por ejemplo, que «el número de visitantes sea razonable y las medidas de control para mantenerse en esos límites».
Fijar capacidades de carga
El director general de Medio Natural aboga así por una oferta enfocada a «la calidad turística y no tanto a la cantidad». Esa es la filosofía que ha de empapar el plan rector, insiste José Ángel Arranz, quien considera que la restricción a la sobrepoblación no choca con los objetivos que satisface el Parque Nacional de convertirse en un «motor socioeconómico de la comarca», además de la conservación del paraje.
La finalidad que busca la Junta con ese control de las visitas a determinados enclaves emblemáticos no es otra que la de «fijar la capacidad de carga a partir de la cual el recurso se puede deteriorar». Arranz otea el otro lado de la sierra y cree acertado que Castilla y León intente programar una oferta «menos masificada para no padecer la presión que tiene Madrid».
Por último, la reunión de ayer también repasó el convenio con el Estado. Cabe recordar que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente comprometió una inversión de más de 5,2 millones de euros hasta 2016.
La amenaza del visón americano
El amparo conjunto entre Castilla y León y Madrid de ambas vertientes permite conservar de manera integral todo el ámbito territorial de la sierra de Guadarrama, sus sistemas naturales, especies y patrimonio cultural, especialmente los modos de vida tradicionales. Según informó la Junta, se han cartografiado 25 hábitats de interés comunitario, de los que 21 están en la parte madrileña y 13 n la segoviana; 144 especies florística de interés; 148 especies de aves y 2.000 tipos de insectos.
El seguimiento a la fauna que acoge el Parque y su conservación está también en la lista de tareas de la comisión de coordinación de ayer. En este ámbito de actuación, el director de Medio Natural de Castilla y León alerta de la amenaza que supone el visón americano. Antes se criaba en granjas, pero los grupos que han escapado están presentes en este hábitat y se trata de una especie «muy predadora».